El Ayuntamiento pone en marcha un grupo de trabajo para redactar una ordenanza que ordene la convivencia entre los distintos modos de transporte. El objetivo es hacer compatibles estos usos con la garantía de la seguridad y la salud de las personas, la seguridad vial, la fluidez del tráfico, la mejora de la calidad del aire y la protección del medio ambiente.
Incrementar la seguridad vial y ordenar la convivencia entre los distintos modos de transporte, con la incorporación de los vehículos de movilidad personal (VMP) es uno de los principales objetivos que persigue la ordenanza municipal de movilidad sostenible, cuyo borrador inicial ha comenzado a ser estudiado hoy por la mesa de trabajo creada al efecto.
El Ayuntamiento pretende así llevar a cabo la regulación del uso de determinados espacios urbanos por parte de peatones y de vehículos bicicletas, ciclos y vehículos de movilidad urbana, así como hacer compatibles estos usos con la garantía de la seguridad y la salud de las personas, la seguridad vial, la necesaria fluidez del tráfico, la mejora de la calidad del aire y la protección del medio ambiente.
Forman parte de esta mesa de trabajo los concejales responsables de las áreas de Tráfico, Medio Ambiente y Transportes, Lola Sánchez, Antonio Navarro y Eduardo Martínez-Oliva, respectivamente, además de representantes de los grupos municipales, técnicos de los servicios implicados y representantes de asociaciones vecinales.
Según el borrador que sirve de base, las bicicletas circularán preferentemente por las vías ciclables habilitadas al efecto y, en el supuesto de inexistencia de dichos carriles, deberán circular necesariamente por la calzada. Podrán “voluntariamente” disponer de un seguro de responsabilidad civil frente a terceros, así como registrarse en un censo municipal de bicicletas, donde se les asignará un distintivo, que facilitará su identificación en supuestos de accidente, robo o cualquiera otra circunstancia.
Por su intensidad de tráfico peatonal y características propias, en algunas calles puede quedar expresamente excluida la circulación de bicicletas. Sería el caso, por ejemplo, de las calles Platería y Trapería. Con carácter general y salvo lo expresamente indicado en la ordenanza, se prohíbe la circulación de bicicletas por las aceras, calles y zonas peatonales.
Respecto a los VMP que se utilicen para el desarrollo de una actividad económica, incluyendo el alquiler de tales vehículos, la realización de itinerarios turísticos y el reparto de mercancías a domicilio, deberán, entre otras condiciones, contar con un seguro de responsabilidad civil obligatoria que responda de los posibles daños que se pudieran ocasionar a terceros y los de tipos A y B deberán llevar casco.
Patines y patinetes
Por otra parte, los patines y patinetes sin motor, monopatines o aparatos similares sin propulsión motorizada podrán transitar por las aceras y demás zonas peatonales a una velocidad adaptada al paso de persona que no exceda los 5 kilómetros por hora, evitando en todo momento causar molestias o crear peligro. En ningún caso tendrán prioridad respecto de los peatones.
También podrán circular por carriles bici protegidos o no, aceras-bici, sendas ciclables, pistas-bici y ciclocalles exclusivas para la circulación de bicicletas, pero si se trata de carriles bici no protegidos únicamente podrán circular patinadores mayores de 16 años o menores acompañados, y protegidos con casco homologado y señalizados con elementos reflectantes visibles y en situaciones de visibilidad reducida, con luces de posición.
Tras este primer contacto, en enero volverá a convocarse la comisión para seguir trabajando en la regulación, dando la posibilidad a la Dirección General de Tráfico que avance en la aprobación del real decreto.