El valor terapéutico de la danza ha sido puesto de manifiesto en las conclusiones de la tesis doctoral realizada por Sandra Murcia Gomicia en la facultad de Filosofía de la Universidad de Murcia (UMU).
Los resultados de este trabajo de investigación se concretan en la posibilidad de remodelar diferentes conductas motrices a través de la danza, así como en los efectos positivos de la misma en la discapacidad.
Para la nueva doctora por la UMU, se puede orientar la danza como práctica educativa encaminada a favorecer el desarrollo motor, la comunicación, la creatividad, la operatividad y, con ello, mejorar el comportamiento y prevenir posibles trastornos. Así mismo, puede ser utilizada para corregir posibles limitaciones y para mejorar los hábitos posturales.
La tesis doctoral señala que con la misma se trata de sensibilizar a los profesionales de la danza a otros públicos para que las personas con discapacidad puedan acceder de una forma plena a su práctica, sobre la idea de ampliar la visión coreográfica, creativa y artística de los estudiantes "trabajando con la diversidad de los cuerpos".
Concluye también que el encuentro de personas con y sin discapacidad favorece el aprendizaje y enriquecimiento mutuo, además de fomentar una mayor concienciación social.
La tesis fue dirigida por los profesores de la UMU Joaquín Guerrero Muñoz y Luis Álvarez Munárriz.