La Clínica Universitaria de Visión Integral es un servicio de la UMU abierto para toda la sociedad. Todo aquel que lo desee puede acceder a sus servicios con una tarifa reducida. Una manera de acceder a las mejores tecnologías en visión de la Región a través de un servicio que congrega la labor asistencial, docente e investigadora
A diferencia de un servicio de oftalmología tradicional, CUVI ofrece prestaciones más amplias como optometría o baja visión, así como especialidades en rehabilitación visual, contactología, estrabología y apoyo a la cirugía refractiva. Además, supone una valiosa herramienta de la que se pueden servir los alumnos de la Facultad de Óptica y Optometría para tener la oportunidad de acercarse a los casos reales que cada día pueden encontrarse en una clínica.
Una de sus misiones favoritas es conseguir que a los niños les guste acudir a su cita con el médico. Francisco Lara, optometrista, comenta que incluso tienen fans, gracias al gabinete especial donde estos pueden jugar y divertirse hasta entrar a consulta. Consideran que es clave para que los pequeños deseen volver y se les pueda atender adecuadamente.
Su filosofía se basa en un trato totalmente personalizado, sin prisa, cercana., y además, solidaria. Este servicio sin ánimo de lucro, establece un precio simbólico en sus tratamientos que se invierte posteriormente en labores docentes, asistenciales e investigadoras, como por ejemplo nuevo instrumental de diagnóstico. También se establecen numerosas iniciativas de ayuda, por ejemplo, ahora mismo toda la persona que lo desee puede acudir al centro y donar las gafas que no utiliza. CUVI junto a otras organizaciones se encargan de enviarlas a países del tercer mundo donde puedan ser reutilizadas. Siguiendo la tradición, un verano más ofrecerán servicios asistenciales a niños saharauis que residen en la Región durante estos meses y a los que se les realiza una revisión oftalmológica.
La clínica nació hace más de una década en el seno de la antigua Diplomatura de Óptica, cuando apenas existían este tipo de servicios dentro de las universidades españolas. Estaba orientada al trato de la baja visión, una disciplinada abocada a clientes con una capacidad visual disminuida que afecta sobre todo a la retina. Actualmente, sus servicios se han ampliado y cada año tratan de trasladar las investigaciones que se realizan dentro de la Facultad hacia una aplicación práctica. También cuentan con convenios especiales con algunos centros de la Región, como el reciente con los miembros del Club Asociación Deportiva Infante.
Francisco Lara, jefe de la sección de Visión Binocular, recomienda que se debe revisar la vista periódicamente. La frecuencia dependerá de factores como la edad y de si sufre alguna patología. Los grupos que deben acudir con mayor asiduidad son los estudiantes, que pasan gran parte del tiempo delante de pantallas, que deben acudir al menos una vez al año; y las personas que superan los 40 años, cuando se empiezan a iniciar los problemas de vista cansada.
Para todos aquellos que pasan gran parte del tiempo frente a una pantalla, aconseja que para evitar dañarnos la visión debemos realizar numerosos descansos, tener siempre buena iluminación e higiene visual y trabajar en sitios que no sean muy cerrados donde puedas relajar la vista. En definitiva, sentido común.