- Alicia Morales señala que "medio año después, el inmueble se encuentra en idénticas condiciones que tras su caída, estando abierto a que cualquier persona pueda acceder a su interior y suponiendo también un riesgo para peatones y vehículos"
- La concejala apunta que Navarro Corchón debe tomar cartas en el asunto para decidir ya si se acometen obras de reparación o si se procede a la demolición total del edificio
AHORA MURCIA ha alertado hoy del peligro que supone el edificio de la carretera de Santa Catalina que se encuentra semiderruido tras las lluvias del pasado mes de diciembre. La portavoz del grupo municipal, Alicia Morales, muestra su malestar y preocupación por el hecho de que "casi medio año después del derrumbe parcial del edificio, éste se encuentre en idénticas condiciones que tras su caída, estando abierto a que cualquier persona pueda acceder a su interior y suponiendo también un riesgo para peatones y vehículos".
Morales apunta que el concejal de Urbanismo, Antonio Navarro Corchón, debe tomar cartas en el asunto para que se decida si se acometen obras de reparación o si se procede a la demolición total del edificio, "y que, por lo pronto, se apuntale y acordone adecuadamente". La edil explica que el Ayuntamiento debe instar a los propietarios a que "rehabiliten el inmueble o gestionen la demolición total, y si no lo hacen, que lo ejecute de oficio el Consistorio, pasando los gastos a los propietarios".
La concejala subraya que "el Ayuntamiento tiene que tomar una decisión a la mayor brevedad posible, no puede seguir alargando una situación que es potencialmente muy peligrosa. La Concejalía de Urbanismo tiene la obligación de ejecutar y hacer cumplir sus competencias".
Ahora Murcia también se ha dirigido por escrito a la concejala de Tráfico y Seguridad, Lola Sánchez, "para solicitar los informes de las intervenciones que llevaron a cabo en este edificio la Policía Local y los Bomberos, así como para requerirle que se lleve a cabo una protección adecuada del edificio y que se asegure esta zona de paso".
El pasado mes de diciembre, debido a las lluvias, se derrumbaron todas las plantas de una de las esquinas de este inmueble situado en la carretera de Santa Catalina, en el límite de cuatro pedanías del municipio. "Medio año después el edificio se encuentra tal y como quedó en ese momento, con el peligro de que sus puertas y accesos están abiertos y de que no hay un vallado ni ningún tipo de protección alrededor del edificio, más allá de unas cintas de la Policía que periódicamente aparecen rotas y por el suelo".
La situación que padece el edificio "supone que cualquier persona puede entrar en él, y que se están aparcando vehículos en zonas próximas, como en el solar anexo. Además, la calle en la que se encuentra la fachada principal del edifico está abierta al tráfico de vehículos y peatones, con el peligro evidente que conlleva".