La Universidad de Murcia (UMU), a través de la Clínica Universitaria de Visión Integral (CUVI), está siendo precursora a escala mundial de una línea de investigación que mejorará el ocio inclusivo, y con ello la calidad de vida, de personas con discapacidad visual.
Con este fin, la UMU trabaja en el diseño de senderos para pacientes con baja visión que incluyen la señalética especial necesaria para la movilidad e interpretación ambiental de los mismos en espacios naturales.
El objetivo de este proyecto es que la señalética (conjunto de señales que guían y orientan a las personas con baja visión) sea ampliable a estados de ceguera, lo que posibilitará tanto la seguridad en la movilidad como la interpretación ambiental.
En palabras de Joaquín P. Sánchez, responsable de la Sección de Baja Visión del CUVI, "la elección del senderismo respecto a otras actividades se basa en que es una gran candidata para recuperación de autonomía personal".
Hasta la fecha, la Universidad ha llevado a cabo experiencias de balizamiento en dos senderos, el primero de ellos, en el paraje natural de Castillo de Chuecos (Águilas), puramente experimental al objeto de ensayar su efectividad con voluntarios.
Para el segundo se ha probado un itinerario real, un espacio singular en el municipio de Ricote, altamente transitado por excursionistas y amantes de la naturaleza,para detectar y poner a prueba el mayor número posible de situaciones cotidianas.