En 1648, el entonces primer edil rezó una novena en el Convento de las Hermanas de San Antonio y, desde entonces, el municipio ha estado a salvo de la enfermedad
El alcalde de Murcia, José Ballesta, asistirá esta tarde a la eucaristía con motivo de la festividad de San Antonio, que conmemora la erradicación de la epidemia de peste que asoló Murcia durante la primera mitad del siglo XVII y que será oficiada por los monjes franciscanos, en el Convento de las Hermanas Concepcionistas Franciscanas de San Antonio.
Esta tradición encuentra sus orígenes en el año 1648, cuando el entonces alcalde de la ciudad de Murcia acudió al Convento de estas monjas –entonces ubicado en la C/ San Antonio de Murcia y hoy en la C/ Subida a la Fuensanta de Algezares) y rezó una novena con el objetivo de que cesara la enfermedad que tantas víctimas estaba causando en el municipio.
Según cuenta la tradición, este gesto mantuvo a Murcia a salvo de la epidemia hasta el día de hoy y, desde aquel año, es costumbre que algún miembro de la Corporación municipal asista a la eurcaristía y se encomiende a San Antonio (cuya festividad se celebra mañana lunes) para velar por la buena salud de Murcia y sus vecinos.