El alcalde de Murcia, José Ballesta, suscribió hoy como ‘notario extraordinario’ el hermanamiento histórico entre la Real Hermandad de Caballeros de la Virgen de la Fuensanta y la Hermandad de Devotos de la Virgen de La Arrixaca, con motivo de la celebración del 750 aniversario de la restauración del culto cristiano en Murcia y el 380 aniversario de la constitución de la Hermandad de La Arrixaca.
Durante el acto, que estuvo cargado de simbolismo, el alcalde manifestó que “hoy tiene lugar un acontecimiento histórico, como es la firma del acto de hermanamiento entre los devotos de las dos Madres protectoras de Murcia, hermandades de gloria vinculadas a la masa de la sangre de los murcianos, y que tienen como único objetivo el arraigo y la devoción hacia nuestra Madre, bajo las advocaciones de La Arrixaca y de La Fuensanta”.
Así, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, el presidente de la Hermandad de La Fuensanta, Manuel Ramón García-Garre, y el hermano mayor de la Hermandad de La Arrixaca, José Antonio Melgares, suscribieron el acta que declara “la perpetuidad de este hermanamiento para mayor gloria de Dios Nuestro Señor y su Santísima Madre, la Virgen María”, un acuerdo que también fue refrendado por 14 diversos testigos, entre los que se encontraba la consejera de Cultura y portavoz del Gobierno regional, Noelia Arroyo.
La historia de dos cultos
La Real Hermandad de Caballeros Virgen de la Fuensanta nació en el año 1808 en La Glorieta de España, momento en el que sus caballeros prometieron la defensa de Murcia, ante la ocupación francesa, bajo la protección de La Morenica. Su misión es custodiar y velar por la devoción a la Virgen de La Fuensanta y, a día de hoy, cuenta con 700 caballeros.
Por su parte, la Hermandad de la Virgen de La Arrixaca cumple 380 años de su fundación, una institución que fue refundada por Javier Fuentes y Ponte en 1875, quien recuperó la talla en 1875 y la sacó de su ostracismo. Actualmente, los ‘arrixacos’ –como popularmente se conoce a sus caballeros y damas- cuentan con 227 hermanos que trabajan para mantener el culto heredado bajo la advocación de La Arrixaca.