El hombre se inicia en el juego patológico en la adolescencia, mientras que la mujer lo hace a edades más tardías, según una de las conclusiones de la tesis doctoral realizada en la Facultad de Psicología de la Universidad de Murcia por Jesús Onofre Valera Bernal.
El estudio, que analiza la caracterización sociodemográfica y clínica de los ludópatas que acuden a tratamientos psicológico, señala que el perfil de estos es el de hombre de alrededor de 36 años, casado o que vive en pareja, jugador de máquinas tragaperras que recurre al psicólogo por presión familiar.
Cuando acude para ser tratado por el especialista suele hacerlo después de estar jugando entre seis y quince años y presentando una dependencia elevada, además de mostrarse introvertido, reservado y desordenado.
Según la tesis doctoral, los factores que predisponen a convertirse en un jugador patológico son ser varón y adolescente y entrar en contacto con las apuestas.
El estudio ha revelado igualmente que ser mujer y adolescente dificulta la decisión de la afectada de buscar ayuda para salir de esa situación.
Para la realización de este trabajo, su autor analizó una muestra formada por 643 hombres y 28 mujeres de la Región de Murcia, con una edad media de 36 años.
La tesis, que ha obtenido la calificación de sobresaliente cum laude, fue dirigida por los profesores de la Universidad de Murcia Encarnación Fernández Ros y Juan José López García.