Tras la construcción de una marquesina para taxis junto al cine Rex, Cambiemos Murcia ha solicitado copia del expediente a fin de estudiarlo y solicitar que la licencia sea declarada nula y se ordene su desmontaje.
Su gran volumen tapa parte de la fachada del emblemático cine, pero además hay que sumar que esta instalación se encuentra dentro del centro histórico de la ciudad de Murcia declarado Bien de Interés Cultural, y, por tanto, este tipo de actuaciones tienen que cumplir con el Plan Especial de Protección y la Ley de Patrimonio de la Región de Murcia, siendo necesario obtener el informe favorable de la Dirección General de Bienes Culturales.
Según el artículo 40 de la Ley de Patrimonio, una vez aprobado definitivamente el Plan Especial de Protección es el Ayuntamiento quien tiene la competencia para autorizar las obras, pero debiendo de dar cuenta a la Dirección General de Bienes Culturales de las licencias otorgadas en el plazo máximo de diez días desde la fecha de su concesión. Asimismo, en el artículo 43 sobre instalaciones en los conjuntos históricos, se prohíbe la instalación de publicidad fija mediante vallas o carteles, cables, antenas y todo aquello que impida o menoscabe la apreciación del bien, así como su integridad e identidad.
El artículo 46 la Ley de Patrimonio señala que las obras que se realicen al amparo de licencias declaradas nulas por contravenir el Plan Especial de Protección serán ilegales y la Dirección General de Bienes Culturales ordenará su reconstrucción o demolición con cargo al Ayuntamiento por haberlo autorizado.
Acudiendo a las Ordenanzas Reguladoras del Plan del Conjunto Histórico de Murcia, en su artículo 9 sobre condiciones estéticas, se indica que con carácter general se prohíben las marquesinas de todo tipo. También, dentro de las normas de protección y tipos de obras, la protección ambiental del Conjunto Histórico tiene como fin la eliminación del mobiliario urbano, cableado y elementos de las fachadas de las edificaciones que dificulten o distorsionen la contemplación de los espacios ambientales. Igualmente, la protección del patrimonio edificado tiene como fin garantizar la adecuación de las nuevas edificaciones al patrimonio edificado existente, con limitaciones a los tratamientos superficiales para que no desvirtúen la unidad ambiental de la zona.
En base a estas normativas, con la construcción de esta marquesina el equipo de Gobierno del Ayuntamiento sigue demostrando su insensibilidad hacia la buena conservación del centro histórico, ocupándose de los monumentos de mayor importancia y olvidándose del resto de calles y edificios que forman el conjunto. Esta mala praxis genera una falta de homogeneidad del centro histórico, ya de por sí muy dañado por una nefasta gestión urbanística y cultural que desde hace décadas nunca ha terminado de solucionarse.
La construcción de esta marquesina es una más de las aberraciones que de forma continuada se cometen en el centro histórico sin que el Ayuntamiento ni la Consejería de Cultura pongan freno, ocasionando una pérdida de calidad ambiental del espacio que termina repercutiendo en la valoración de los visitantes sobre su patrimonio.