Las negociaciones para la ampliación del parque comenzaron tras la inauguración del espacio en noviembre de 2010, al comprobar que despertaba el interés de numerosos murcianos, amantes del arte y publicaciones especializadas, mientras se convertía en importante polo de atracción para los turistas que visitaban la ciudad.
El Alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara destacó entonces que “con estas obras, cuyo valor e importancia artística está suficientemente contrastada, el escultor quiso rendir homenaje a los antiguos oficios de la ciudad y la huerta y reconocer la historia y las tradiciones murcianas”.
Gran calidad artística
Hasta ahora, el Parque Escultórico Antonio Campillo ya contaba con nueve esculturas, junto a un espléndido retrato en bronce del escultor, obra de su discípula, Marta Balmaseda.
Entre las obras que componen el actual parque se encuentran las típicas representaciones del maestro Campillo sobre la mujer murciana, realizadas en bronce por una fundición madrileña. Las piezas tienen unas dimensiones que oscilan entre 1.35 y 2.10 metros. El propio autor nombró cada una de sus creaciones con nombres tales como La Cigarra, La Cansera, Homenaje a la Mujer Murciana, Desafiando al Viento o Coscaletas.
La importancia de estas piezas radica en la calidad artística de cada una de ellas, seleccionadas por Antonio Campillo como exponentes de su producción escultórica. Todas ellas están catalogadas y han sido expuestas en numerosas exposiciones en España y el extranjero.
La instalación de los nuevos relieves permite dotar a la ciudad de uno de los parques escultóricos públicos más importantes en el panorama nacional, tanto por su dimensión como con su calidad, con un total de 21 obras del autor.