Según los datos del Rankig tributario de los municipios españoles hecho público ayer, las empresas de Murcia pagan el IAE más elevado del país, el segundo IBI más caro de España seguido en tercer lugar del ICIO y el impuesto de patrimonio y en el cuarto puesto el sello del coche
El concejal del Grupo Socialista Juan Patricio Castro lamenta que Murcia ocupe los primeros lugares en el ranking de los municipios que más impuestos paga del país. Así lo confirman los datos hechos públicos ayer por el Ranking tributario de los municipios españoles que sitúan a Murcia a la cabeza en el pago del Impuesto de Actividades Económicas (IAE).
Siguiendo con los datos de este informe, los ciudadanos de Murcia pagan el segundo IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) más caro de España, solo por detrás de Málaga, y por delante de Sevilla, Valencia, Madrid, Barcelona y Zaragoza.
Con respecto al ICIO (Impuesto sobre Construcciones y Obras), el municipio ostenta el tercer lugar, por detrás de Madrid y Málaga, y por delante de Sevilla, Valencia, Zaragoza y Barcelona; al igual que ocurre con el impuesto de plusvalía (Impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana).
Los murcianos ocupan la cuarta posición a la hora de abonar el sello del coche, (Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica), por delante de Sevilla, Zaragoza y Valencia. Solo los de Málaga, Barcelona y Madrid pagan más caro este impuesto.
Impuestos más caros y peores servicios
Para Castro, esta es la confirmación de la pésima gestión que el PP está haciendo en La Glorieta, infligiendo un castigo severo a los ciudadanos con subidas indiscriminadas, regresivas e intolerables de impuestos.
Una realidad que, según el edil del PSOE, no guarda ninguna relación con la calidad de los servicios que el Ayuntamiento ofrece a sus ciudadanos en cuanto al transporte público, los servicios sociales, culturales, educativos, de limpieza y mantenimiento, por citar algunos ejemplos.
Además, Castro afirma que esta posición en el ranking de impuestos que ostenta Murcia no favorece la reactivación de la actividad económica, cuando el municipio está perdiendo a marchas forzada el comercio minorista y el desempleo alcaza la cifra de más de 45.000 parados.