La concejal de Bienestar Social y Sanidad, María del Carmen Pelegrín y el concejal de Mercados, Consumo y Descentralización, Cristóbal Herrero, se han reunido esta mañana junto con técnicos de ambas concejalías y Policía Local y la cónsul de Ecuador Cecilia Erique para abordar el tema de las reuniones espontáneas en la explanada de la FICA y otras zonas y establecer medidas de control que eviten intoxicaciones alimentarias como la sucedida el pasado miércoles día 15 de agosto.
El jueves 16 de agosto el Centro de Salud de San Andrés comunicó al Ayuntamiento la existencia de un brote de salmonelosis en el municipio e inmediatamente se empezó a trabajar para detectar el foco.
Según se ha conocido tras los estudios epidemiológicos realizados por la concejalía, en esta reunión espontánea en la FICA una persona vendió pinchos de carne acompañados de mayonesa casera en mal estado.
Por ello, distintas personas acudieron a los centros sanitarios porque padecían fiebre, diarrea, vómitos y náuseas. Por el periodo de incubación y los síntomas se intuyó que la bacteria responsable era la salmonela, algo que se confirmó con los resultados de los coprocultivos.
En cuanto se tuvo constancia de lo sucedido, el Ayuntamiento estableció como medida urgente y a través de Policía Local y Consumo, una vigilancia exhaustiva en la zona para evitar que se continuara vendiendo el producto afectado.
Tras localizar al presunto vendedor por los datos ofrecidos por los intoxicados, la Policía Local trata ahora de encontrarlo para concluir la investigación y abrir expediente para determinar lo ocurrido.
En esta reunión se ha acordado establecer un plan de vigilancia permanente y exhaustiva en estas concentraciones y, tal y como se venía haciendo hasta ahora, impedir la venta ilegal de productos alimenticios.
Igualmente se ha acordado solicitar al Consulado de Ecuador para pedir su colaboración para atajar esta problemática. Así, se solicitará que para llevar a cabo estas reuniones pidan permiso al Servicio de Vía Pública con el fin de conocer en todo momento su situación y así poder controlar esta venta ilegal.
Igualmente se les ha pedido que pongan en conocimiento del Ayuntamiento cuáles son los puntos de encuentro de estas familias en las distintas zonas del municipio.
Por último se les ha pedido que indiquen a sus compatriotas que no deben ingerir productos de los que desconozcan su origen y que informen a los vendedores que si quieren continuar llevando a cabo esta actividad deben solicitar todos los permisos reglamentarios.
Tanto la Policía Local como el Servicio de Consumo vienen realizando controles en estas reuniones espontáneas desde 2003. Desde ese año hasta ahora se han interpuesto una veintena de sanciones por la venta ilegal de alimentos.