El Alcalde y el Presidente de la Comunidad Autónoma han presidido esta mañana el acto de colocación de la primera piedra. El proyecto, en el que se invertirá 1 millón de euros, prevé tanto la rehabilitación del edificio original como la ampliación con obra nueva y el acondicionamiento del patio

Recuperar el patrimonio arquitectónico e histórico y, al mismo tiempo, impulsar las raíces artesanas que siempre han sido señas de identidad de Puente Tocinos son los dos grandes objetivos que persigue la rehabilitación de la Torre del Reloj, que tras la intervención se transformará en la Casa del Belén.

El Presidente de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis Valcárcel, y el Alcalde, Miguel Ángel Cámara, han asistido hoy al inicio de las obras representado con el acto de colocación de la primera piedra. En el mismo se han dado cita también el presidente de la Junta Municipal de Puente Tocinos, Enrique Cano, el Consejero de Universidades, Empresa e Investigación, Salvador Marín, la Concejal de Cultura, Fátima Barnuevo, y Roque Ortiz, gerente de Urbamusa, empresa encargada de la redacción y ejecución del proyecto. 

La actuación es fruto de un convenio de colaboración entre la Administración Local y Regional y dispone de un presupuesto de 1 millón de euros, aportados por la Consejería y la Agencia de Gestión de Energía de la Región de Murcia. El plazo previsto de ejecución es de 13 meses.

El edificio más antiguo

La Torre del Reloj o Torre de los Ayllón, ubicada en el Carril de la Torre, es el edificio más antiguo de Puente Tocinos. De estilo barroco popular, fue levantado a mediados del Siglo XVIII como vivienda familiar de una familia noble y actualmente es de propiedad municipal. 

Además de recuperar este patrimonio arquitectónico, el acuerdo entre el Ayuntamiento de Murcia y la Consejería de Universidades, Empresa e Investigación permitirá también impulsar la artesanía del belén como componente sociocultural de Puente Tocinos y el mantenimiento de las señas de identidad de la pedanía, cuyo primer artesano, Antonio Galán Rex, se instaló en el taller del “Tío Italiano” en 1930. Desde entonces, la tradición ha ido fortaleciéndose de tal modo que hoy se conoce a Puente Tocinos como la “Cuna del Belén”. 

La Torre del Reloj dispone de una superficie de unos 635 metros cuadrados construidos, sobre una parcela de 1.175 metros cuadrados. Catalogado por el PGOU con grado de protección 2, la rehabilitación respetará su configuración espacial y estructuras básicas, así como los elementos ornamentales más significativos de las fachadas: el escudo heráldico labrado en piedra, con las armas de los Ayllón y coronado por la cruz de Calatrava, y el reloj de sol. También se acondicionará la zona ajardinada posterior. 

La intervención que se inicia ahora prevé la rehabilitación de 445 metros cuadrados construidos y la ampliación del edificio original y actuaciones en el jardín trasero en otros 243 metros cuadrados.

Según el proyecto, realizado por el arquitecto Guillermo Jiménez Granero, el acceso principal dará paso a un vestíbulo de doble altura, desde donde se inicia el recorrido por las salas de exposición situadas en las andanas de planta baja –para muestras permanente- y superior –donde se organizarán exposiciones temporales-. A continuación, la sala de proyección ofrecerá un documental sobre la artesanía y la tradición del belén. El recorrido continuará por la zona de ampliación del edificio, que albergará una sala diáfana de exposición, abierta visualmente al jardín posterior mediante una gran cristalera. 

En el patio –donde se reubicarán o replantarán todas las palmeras existentes originalmente- se creará una zona de exposición al aire libre, con un área porticada donde se instalarán unas cubículos desplegables donde cada artesano podrá montar un taller y mostrar su modo de trabajar, o donde se podrán dar clases prácticas a colegios y otros colectivos sobre esta actividad artesana. Su amplitud permitiría habilitar un belén monumental o hacer el tradicional montaje navideño, incluso bajo una carpa. 

Además, la colocación de un entoldado de lona corredizo garantizará el uso del jardín en días de lluvia o de fuerte sol. Se trata de un toldo solar, dotado de una cédula instalada para generar energía fotovoltaica que podría ser utilizada para abastecer el propio museo o, al menos, su fachada. Es un prototipo que se pondrá en funcionamiento para comprobar su rentabilidad y eficiencia.

Por otra parte en la primera planta de la parte antigua del edificio se ubicará, además de la zona de exposiciones temporales, un auditorio o sala de conferencias y se reservará un espacio para la asociación cultural Amigos del Belén.