Murcia, 4 ene (EFE).- El jugador del Real Murcia Álvaro Mejía sufrió ayer en Vigo la tercera expulsión de la temporada y, además, ya ha cubierto el primer ciclo de cinco tarjetas amarillas, por lo que es uno de los futbolistas más castigados de toda la Segunda División.
El futbolista madrileño, quien el día 18 de enero cumplirá 28 años y llegó al Murcia en 2007 procedente del Real Madrid, no ha dado desde entonces lo que se esperaba de él y en su debe hay que sumar las muchas expulsiones que ha sufrido en estos dos años y medio, que le han costado a su equipo tener que jugar en inferioridad numérica bastantes veces y al futbolista perderse varios encuentros por sanción.
Ayer, en el partido disputado frente al Celta en el estadio Balaídos de Vigo, vio la tarjeta roja directa por hacer una falta en una acción poco comprometida para su equipo y luego recriminarle a Pedro Botelho que exagerase la jugada. Esa acción mereció el castigo decretado por el árbitro tinerfeño Antonio Pérez Riverol y el Murcia quedó con un jugador menos sobre el terreno de juego a falta de media hora para el final. En ese momento el Murcia ganaba por 0-1 y controlaba la situación ante un Celta que acabó empatando, por lo que el Murcia no pudo ganar su primer partido a domicilio del campeonato.
Mejía, un defensa central que, por empeño del entrenador José González, actúa en el centro del campo y no con muy buen rendimiento, comenzó la temporada viendo cuatro cartulinas amarillas y dos rojas en los cuatro primeros partidos de la campaña, contando los partidos de Liga ante el Nástic de Tarragona y el Huesca en Murcia y frente a la Real Sociedad en San Sebastián y el de Copa del Rey en Soria frente al Numancia.
El jugador parecía que se había serenado algo, pero ayer, cuando volvía al once grana tras cumplir un partido de sanción por acumulación de tarjetas en la Liga, regresó a la mala senda y perjudicó a su equipo.
El técnico murcianista, José González, indicó en rueda de prensa que "la expulsión es absurda porque Álvaro Mejía va a recriminarle al rival después de una falta, aunque no hay agresión para nada y me duele que estas cosas arbitrales pasen sucesivamente en nuestra contra".
El entrenador también envió un mensaje al futbolista en la sala de prensa de Balaídos al decir que "él es el primero que sabe que se ha equivocado y tendrá que recapacitar, pues estos fallos nos están llevando a vivir esta sensación de angustia". EFE