Murcia, 30 nov (EFE).- El Real Murcia, colista de Segunda División después de perder ayer por 2-1 ante el Castellón, está completando una temporada desastrosa y eso afecta también a su filial, el Real Murcia Imperial, que es líder del Grupo IV de Segunda División pero descendería a Tercera si el primer equipo acabase la Liga entre los cuatro últimos de su categoría.
El conjunto grana no ha enderezado su rumbo con el cambio de entrenador y, desde que José González sustituyó hace cuatro jornadas a José Miguel Campos, el balance es de tres derrotas y una sola victoria. Ayer, en el estadio Castalia se vio superado por el que era el último clasificado, posición que ahora corresponde al conjunto murcianista.
Se da la circunstancia de que mientras el Murcia es el último, el primer puesto lo ostenta el otro equipo de la Región que milita en Segunda, el Fútbol Club Cartagena, conjunto debutante en la categoría y que aventaja al equipo grana nada menos que en 16 puntos después de 14 jornadas.
En el club murciano, mientras que el primer equipo es la "cruz", el filial representa la "cara". El Imperial, dirigido por Manolo Requena, superó ayer al Betis B por 2-0 y ese resultado le ha servido para auparse al primer puesto del Grupo IV con 28 puntos sumados en 15 jornadas.
Sin embargo, el buen rendimiento del segundo equipo murcianista no tendría su recompensa si sus mayores no reaccionan ya que no sólo no podrían disputar la fase de ascenso a Segunda para la que a día de hoy estaría clasificado, sino que se vería obligado a descender a Tercera debido a que el primer equipo ocuparía su plaza en Segunda B. EFE