Murcia, 27 sep (EFE).- El Real Murcia, que ayer se dejó empatar por dos veces el partido frente al Salamanca, se muestra especialmente vulnerable en la segunda parte de sus encuentros, pues los siete goles que ha encajado hasta el momento en la Liga de Segunda División y en la Copa del Rey llegaron después del descanso.
El cuadro murcianista, que sigue en la zona baja de la clasificación -anoche se acostó a sólo un punto de los puestos de descenso a Segunda B y acabará la jornada a seis del ascenso a Primera-, lo pasa especialmente mal en la segunda parte, y más aún en los primeros compases y en el tramo final de ésta.
En el debut liguero frente al Nástic de Tarragona, el Murcia perdió por 0-1 con un gol encajado en el minuto 54, posteriormente empató a cero en el campo de la Real Sociedad, y de vuelta a Nueva Condomina empató a uno frente al Huesca en un choque en el que se adelantó el equipo oscense en el minuto 46 y en el que empataron los de José Miguel Campos en el 64.
En la cuarta jornada, en el campo del Numancia, el Murcia se adelantó en el minuto 23 de la primera parte, pero cedió dos puntos al encajar el 1-1 en el 47.
Ayer, en casa ante el Salamanca, el conjunto grana estrenó el marcador en el tiempo añadido al minuto 45 de la primera parte, pero en la segunda su rival empató en el 56. Los murcianistas se volvieron a adelantar en el 71, pero el 2-2 definitivo llegó en el minuto 92.
En la Copa, el Murcia pasó la segunda eliminatoria al superar al Numancia en un encuentro en el que llegó a ir mandando por 0-2, con tantos en los minutos 28 y 65. Sin embargo, el equipo soriano recortó distancias en el 69, luego los granas hicieron el 1-3 en el 76 y el inquietante 2-3 se produjo ya en el 94.
Así pues, el balance es esclarecedor: el Murcia gana en el cómputo de las primeras partes de esos seis partidos por 3-0 pero pierde las segundas por 4-7. EFE