Madrid, 20 sep (EFE).- Alejandro Valverde, del Caisse D'Epargne, completa con su primer puesto en la 64 Vuelta a España, la primera grande que se adjudica, un selecto y variado palmarés con victorias de todo tipo y en todo tipo de escenarios.
Ahora se abre para el ciclista español la incógnita de saber si podrá hacer frente al gran reto de imponerse en el Tour de Francia. Previamente será el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) el que se pronuncie sobre la sanción que le impuso el CONI, el Comité Olímpico Italiano, por su presunta vinculación a la Operación Puerto que, de momento, solo le impide competir en Italia. Una ampliación de esa sanción cercenaría su trayectoria los dos próximos años.
Valverde, nacido el 25 de abril de 1980 en el barrio de Las Lumbreras de la pedanía murciana Monteagudo, ha sido un ganador prácticamente desde que a los nueve años comenzó a pedalear en la categoría de principiantes con el Club Ciclista Puente Tocinos.
Hijo de Juan y María, es el tercero de tres hermanos, Juan Francisco y José Antonio, y padre de dos mellizos, Iván, en honor al ciclista italiano Basso, y Alejandro. El deporte del ciclismo ha estado muy vinculado a su familia en la que tanto su padre como su hermano Juan Francisco compitieron en diferentes categorías pero sin llegar a la elite.
La clase y condiciones de Alejandro quedaron claras desde sus inicios en las categorías inferiores cuando empezó a acumular victorias y sus rivales le impusieron el sobrenombre de "El Imbatido". Posteriormente pasó a ser conocido como "Balaverde" y el sillín de su bicicleta así lo atestigua.
Su trayectoria profesional comienza en 2002 y desde entonces solo ha estado vinculado a dos formaciones, aunque con diferentes denominaciones. Hasta 2004 militó en el Kelme-Costa Blanca de donde pasó al Illes Baleares, que cambió de denominación en 2006 para pasar a ser Caisse D'Epargne-Illes Baleares y desde 2007 se quedó únicamente con el patrocinio de la caja de ahorros francesa.
Su punta de velocidad es la que le ha conducido a innumerables triunfos en su trayectoria deportiva, desde las categorías inferiores hasta que logró abrir su palmarés en la elite en 2003, segundo año como profesional con el Kelme-Costa Blanca, con la victoria en la clasificación final de la Challenge de Mallorca.
Desde 2003 ha subido como vencedor de una prueba en 62 ocasiones, la última en Madrid junto a la estatua de la Diosa Cibeles. Pero ésta es la primera vez que lo consigue en una de las tres grandes. En 2006 lo tuvo al alcance de la mano pero un ataque del kazako Alexander Vinokurov en el descenso del alto de Monachil camino de Granada le privó de hacerse con él.
En 2008 se encontró a un intratable Alberto Contador junto al estadounidense Levi Leipheimer, ambos en Astana, contra los que no pudo hacer nada. Aunque se recuerda más por quedarse cortado en el descenso del alto del Caracol camino de Suances cuando momentos antes se quitaba un impermeable.
Un poco antes, en 2005, puso en cuestión la dictadura en el Tour de Francia del estadounidense Lance Armstrong, al derrotarle en la décima etapa alpina en Courchevel, en el que terminó retirándose por un golpe en la rodilla.
En el Tour de Francia se ha mostrado irregular con dos abandonos, el citado y en 2006 por una rotura de clavícula en las primeras jornadas, y en los dos años siguientes fue sexto y octavo, en este último sumó dos triunfos de etapa. Este verano no estuvo en la salida de Mónaco por la sanción del CONI y el breve paso por carreteras italianas de la carrera francesa. El Giro de Italia todavía no lo conoce.
Cuando empezó a escribir una historia diferente a la de otros ciclistas españoles fue en 2006 al imponerse en la doble cita de Las Ardenas belgas ganando la Flecha Valona y la clásica más antigua del calendario, la Lieja-Bastoña-Lieja.
Una prueba en la que ningún ciclista español en su centenaria historia había sido capaz de inscribir su nombre. Repitió en 2008, después de haber sido segundo el año anterior.
En la Vuelta, hasta el presente 2009, solamente abandonó en su primera participación en 2002, mientras que en las otras cinco nunca ha repetido posición pero ha finalizado siempre entre los cinco primeros. Tercero en 2003, cuarto en 2004, segundo en 2006, quinto en 2008 y por fin primero en el presente 2009.
Una de las espinas que también le gustaría sacarse al murciano es la de vestir el jersey arco iris de campeón del Mundo, una prueba en la que ya ha conquistado los otros dos metales, dos platas y un bronce.
Aunque su gran clase ya empezó a demostrarla en sus primeros años en los que no solo triunfó en pruebas en carretera sino que también lo hizo en el anillo del velódromo donde logró como juvenil sus primeros jerseys de campeón de España en las modalidades de velocidad, persecución individual y persecución olímpica. Su colección de maillot rojigualdos ya pudo inaugurarla como cadete en Barbastro (Huesca) en 1996, pero allí solo pudo subir al tercer cajón del podio tras Julián Sánchez Pimienta, ahora líder del Contentpolis AMPO y a casi dos horas en la general, y su paisano David Pérez, que llegaron escapados. Valverde encabezó el pelotón.
También fue campeón nacional en la categoría sub-23 en la que acabó primero en el ránking nacional de la Real Federación Española de Ciclismo y ganó la Copa de España, además de la medalla de bronce en los Juegos del Mediterráneo del 2001.
El palmarés de Alejandro Valverde sigue abierto y en el pueden tener cabida un amplio abanico de pruebas, aunque de mantener su cerebral modo de actuar en la Vuelta'09 le impida en el futuro engordarlo todo lo que podría hacer. EFE