Junto a los restos del escultor se han encontrado los de su hermano Patricio, encargado de estofar y encarnar las tallas
Una comisión procederá ahora a la preparación de diferentes actos para honrar la memoria del murciano más universal
El equipo encargado de estudiar los restos ya logró identificar a Quevedo, Juan de Mena o Santo Domingo de Silos
El Alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, ha protagonizado esta mañana uno de los acontecimientos más importantes de la historia de la ciudad. Se trata de la presentación de los resultados de un extenso trabajo de investigación que ha logrado identificar los restos del escultor Francisco Salzillo y Alcaraz (1707-1783), el murciano más universal. Junto al Alcalde han comparecido la concejal de Cultura, Fátima Barnuevo, y Jesús Belmonte, canciller del Obispado de Cartagena.
Cámara ha explicado que este estudio ha sido completado por un equipo de 9 científicos de la Escuela de Medicina Legal de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), bajo la dirección del profesor José Antonio Sánchez Sánchez. En el estudio han participado el Laboratorio de Antropología Forense y el Laboratorio de Genética Forense y Genética de Poblaciones, del Departamento de Toxicología y Legislación Sanitaria, de la Facultad de Medicina de la UCM.
La Escuela de Medicina Legal atesora una rica experiencia en la exhumación y estudio antropológico de restos de personajes históricos y eclesiásticos, entre los que destacan las investigaciones realizadas en el Panteón Real de San Isidoro de León, los restos de Francisco de Quevedo, del Marqués de Santillana, de Juan de Mena, del Conde de Orgaz o de Santo Domingo de Silos, entre otros muchos. Por otro lado, la institución disfruta de la mejor colección antropológica de España y una de las mejores del mundo, fruto de los estudios realizados en múltiples necrópolis de todas las épocas históricas.
Un complejo estudio
Los trabajos que han permitido determinar los restos de Salzillo comenzaron en octubre de 2007, cuando el Alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara Botía, encargó los estudios al equipo de investigadores a través del Programa Murcia que se fue, dedicado a la recuperación del patrimonio histórico de la ciudad.
Durante la primera fase se exhumaron todos los restos del osario existente en el Convento de las Madres Capuchinas, de Murcia, y se procedió a su identificación de forma preliminar. Se estableció entonces que en el osario había restos de un número aproximado de 30 personas. Entre ellas, se estimó que sólo había ocho varones, lo que permitió estrechar el cerco.
El Obispo de Cartagena, Juan Antonio Reig Pla, autorizó entonces el traslado de los restos al laboratorio de Antropología Forense de la Escuela de Medicina Legal de la Universidad Complutense de Madrid. Allí quedaron bajo custodia en el Archivo Judicial de la Escuela de Medicina Legal.
En el laboratorio se procedió a la limpieza y preparación de los restos para su estudio y se abordó la individualización, es decir, tratar de establecer los restos que corresponden a cada uno de los individuos.
Durante esta primera fase también se realizó un riguroso estudio sobre el periplo que los restos de Salzillo habían sufrido en los últimos doscientos años, desde su enterramiento en el antiguo convento de las Capuchinas hasta su traslado al nuevo. Así, se comprobó que, incluso durante el expolio que sufrió el convento en la Guerra Civil, los huesos de la cripta del monasterio fueron preservados, escondidos en el cementerio de Jesús. Y allí pasaron cuatro décadas en el panteón de la familia Hilla Tuero.
La siguiente fase consistió en el envió de 25 muestras de los 8 individuos al Laboratorio de Genética de Poblaciones del Departamento de Toxicología y Legislación Sanitaria, dependiente de la Facultad de Medicina, de la Universidad Complutense de Madrid, para el estudio del perfil genético (ADN), a fin de establecer el posible grado de parentesco entre ellos.
Al mismo tiempo, se realiza por parte de los investigadores participantes en el proyecto una base de datos en la que se anotan los restos que corresponden a cada uno de los individuos. Finalizadas las bases de datos se realiza un cotejo de todas ellas y se establece de forma definitiva la individualización de los restos. En función de los resultados obtenidos en el estudio antropométrico realizado anteriormente se establecen sexo, edad, talla y las características individuales macroscópicas.
El Laboratorio de Antropología Forense realizó su investigación atendiendo a las características morfométricas y radiológicas, estudios que permiten la determinación de sexo y edad con un alto grado de fiabilidad.
Durante el transcurso de la investigación se determinó que tres de los ocho individuos tenían en el momento de su muerte una edad comprendida entre los 30 y 40 años que, según los científicos, podría corresponderse con la identidad de José Salzillo, hermano del escultor que murió a la edad de 34 años y también fue enterrado en el convento de las Capuchinas.
Los científicos centraron entonces sus estudios sobre aquellos restos que correspondían con individuos fallecidos a la edad aproximada de 75 años, los que contaba el escultor cuando murió. En este grupo se encontraba también su hermano Patricio. Patricio Salzillo nació en Murcia en 1722 y falleció en 1800, siendo capellán del Convento de las Capuchinas donde recibió sepultura según consta en su partida de defunción. Algunos autores afirman que Patricio era el encargado de estofar y encarnar algunas de las piezas del genial escultor.
El estudio señala que "resultó materialmente imposible por el estudio antropológico-forense poder separar los restos de Francisco de los de Patricio, aunque si se puede establecer por características antropométricas que se corresponden a dos individuos diferentes".
Una de las pruebas decisivas para clarificar si podía tratarse de Salzillo y su hermano fue establecer la data de la muerte de ambos. Para ello se procedió al estudio mediante fluorescencia ultravioleta de dichos restos. Los resultados confirmaron que ambos restos tienen una antigüedad aproximada de unos 200 años, cifra coincidente con la data de la muerte conocida de ambos hermanos y con las anotaciones realizadas por las hermanas Capuchinas.
De esta forma, excluyendo los restos de personas de menor edad, utilizando las pruebas de ADN para determinar la línea materna de algunos de ellos, y teniendo en cuenta la edad de la muerte, es posible identificar los restos de Salzillo que, a partir de ahora, seguirán descansando junto a los de su hermano en el convento de las Capuchinas.
El Alcalde ha anunciado que nombrará una comisión para la organización de diferentes iniciativas con motivo del sensacional descubrimiento, entre ellas la edición del informe oficial y una ceremonia para honrar la memoria del escultor.