En los últimos 12 meses, la Policía Local ha realizado 430 actuaciones relacionadas con la violencia doméstica, con 218 detenidos y 139 órdenes de protección
El EPAF realizará una labor de apoyo a las víctimas y colaboración con Policía Nacional y Guardia Civil, que son los competentes en esta materia
Responder de forma permanente y efectiva a las nuevas necesidades y demandas de la sociedad murciana es una de las tareas fundamentales de la Policía Local. De forma consecuente, el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento, presidido por el Alcalde Cámara, da cumplimiento a un compromiso más que anunció en el programa electoral de los comicios municipales de 2007 y pone en marcha el Equipo de Protección y Atención a la Familia (EPAF).
El objetivo de esta unidad, que estará en pleno funcionamiento a partir de septiembre, será trabajar expresamente para la protección y atención a las víctimas de violencia en el ámbito doméstico, especialmente a la mujer, pero no de forma exclusiva, puesto que atenderán a todas las personas que, dentro del ámbito familiar, puedan ser objeto de violencia o maltrato. El equipo prestará servicio las 24 horas del día, todos los días del año.
En los últimos 12 meses, los agentes de la Policía Local realizaron 430 actuaciones relacionadas con la violencia doméstica, y registraron 218 detenciones y 139 órdenes de protección.
El EPAF estará integrado por una cabo y cinco agentes, todas ellas mujeres, que prestarán servicio de paisano y se desplazarán en coches camuflados para garantizar una mayor privacidad a las víctimas. Entre otros medios materiales, contarán con un teléfono gratuito de atención directa, tipo 900, que se facilitará a las mujeres atendidas. Así podrán actuar en cualquier tipo de maltrato, con mayor discreción y provocando un menor impacto psicológico en los menores, que en muchos casos son testigos de estas situaciones. El equipo tendrá su sede operativa en el Cuartel del Infante D. Juan Manuel.
En apoyo a esta unidad, se crearán 21 parejas mixtas que, con una formación adecuada, realizarán la primera intervención hasta que acuda y asuma las actuaciones el equipo especialista. En este caso se tratará de patrullas de ambos sexos.
Asimismo, las 65 agentes femeninas que prestan servicio operativo en la calle también recibirán un curso de formación.
El programa de actuación del EPAF procurará:
- Asistir a la víctima en los primeros momentos, neutralizando la situación de crisis y facilitando la asistencia sanitaria que fuese necesaria. Constatar las posibles lesiones en el parte judicial de asistencia adquiere una gran importancia puesto que puede convertirse en el único medio de prueba, al margen de la declaración testifical.
- Ofrecer los recursos con los que cuenta y de los que puede hacer uso, promovidos tanto por el Ayuntamiento de Murcia como por otras administraciones públicas.
- Informar de los derechos que, como víctima, puede ejercitar, incluyendo la posibilidad de tramitar una orden de protección.
- Trasladar a la víctima a las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía o Guardia Civil para tramitar la denuncia.
- Acompañar a la víctima a otros lugares que pueda precisar con objeto de darle protección y asistencia (recogida de efectos personales del domicilio, búsqueda de casa de acogida, alojamiento provisional en casa de familiares o amigos, recogida de menores en el colegio, etc.). Así se pretende dar protección física a la víctima, procurarle cobertura a sus necesidades y ofrecerle una asistencia personalizada.
- Coordinación de las medidas judiciales de protección que directamente se faciliten desde Policía Local.
- Efectuar un seguimiento de la situación de violencia familiar, tanto con llamadas telefónicas como con visitas personales y, si en algún momento se obtuviese el menor indicio de peligro o riesgo, se pondrá en conocimiento inmediato de Policía Nacional y Guardia Civil para que pongan en marcha sus dispositivos.
El EPAF realiza una labor de apoyo a las víctimas y de colaboración con Policía Nacional y Guardia Civil, puesto que las Fuerzas de Seguridad del Estado son las competentes en esta materia.
La intervención del EPAF puede comenzar con la llamada telefónica realizada al 900 por la propia víctima, un familiar o testigo, el 092, cualquier agente o institución que solicite su actuación (hospitales, ONG,s, etc.). Una vez valoradas las necesidades de atención, se desplazará al lugar -si fuese preciso- una patrulla camuflada.
Formación teórica y práctica
Para garantizar la mejor atención y actuación posible por parte del EPAF, sus seis miembros comenzarán mañana martes un curso de formación específico impartido por jueces, fiscales, personal del Instituto de la Mujer, abogados especialistas en violencia doméstica, trabajadoras sociales y psicólogos, así como miembros de otros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
El curso tendrá una duración de 40 horas y se prolongará durante mayo y junio. Esta formación teórica se complementará con otra práctica, que se desarrollará en julio y agosto, que consistirá en la adscripción del equipo a unidades de otras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que disponen de unidades específicas de este tipo.
Por su parte, las 21 parejas mixtas también realizarán un curso de formación de contenido similar pero menor duración.
La violencia de género
Estudios estadísticos indican que las mujeres víctimas de violencia familiar sufren una media de 6 a 10 años de maltrato antes de abandonar definitivamente al agresor e incluso la mitad de las alojadas en casas de acogida vuelven con su pareja antes de un año.
Los motivos por los que se produce la vuelta son diversos: dependencia económica, desconfianza en el sistema judicial, falta de apoyo institucional o social, además de la promesa del agresor de que la violencia no se repetirá en el futuro, creando una especie de "Síndrome de Estocolmo".
Respecto a la tipología del maltrato, es frecuentes que empujones, bofetadas, amenazas e insultos no sean considerados por la víctima como ilícitos penales por creer que pertenecen al ámbito privado.
Por otra parte, el maltrato suele recorrer tres fases:
- Aumento de la tensión: deterioro de la relación de pareja con actitudes intransigentes y despectivas.
- Fase aguda: se produce la manifestación de la violencia.
- Fase de arrepentimiento: tras la agresión, el maltratador expresa un supuesto arrepentimiento, provocando en la víctima unas falsas expectativas de reconducción de la relación que llevan a perdonarle.