Una investigación realizada en el Laboratorio de Óptica de la Universidad de Murcia, publicada en la revista científica “Optics Express”, ha demostrado que es posible utilizar luz infrarroja invisible para el estudio del ojo humano.
En este estudio, realizado por los investigadores Enrique Josua Fernández y Pablo Artal, se exploró por primera vez el uso de luz infrarroja, pero ya en un rango totalmente invisible para el ojo, para lo cual se empleó un sistema construido por los autores para medir la calidad óptica del ojo.
Para ello, se incorporó una sofisticada fuente de luz basada en la emisión espontánea amplificada y en el uso de fibra óptica.
Esta luz es totalmente invisible para las personas, por lo que podría utilizarse en instrumentos oftálmicos sin ninguna molestia, y, además, penetra más en el ojo y la retina, incluso a través de las cataratas, por lo que puede abrir nuevas perspectivas de uso terapéutico.