Madrid, 13 dic (EFE).- El Real Madrid puede considerarse el más paciente de todos los equipos que albergan aspiraciones de éxito dentro y fuera de la ACB, el que mayor plazo se ha dado para alcanzar el máximo rendimiento y, poco a poco, se acerca a lo que busca gracias a la tranquilidad conquistada en la Euroliga y a una racha de tres victorias seguidas en la ACB que, con la visita del CB Murcia, parece destinada a crecer un poco más.
El equipo murciano ha perdido siempre que ha jugado en pista madridista (domingo; 12.30). Once derrotas en once visitas y ni una sola victoria a domicilio esta temporada le convierten en víctima propiciatoria de un anfitrión que ha salido con bien en nueve de los últimos once compromisos disputado.
El último, el pasado jueves, contra el Partizan serbio. El croata Marko Tomas, que empieza a convertirse en un especialista en lanzamientos a vida o muerte, evitó que los blancos perdiesen un choque que habían llegado a dominar por dieciocho puntos gracias a un triple de última hora (68-67). La cesta del escolta abrió la puerta del sosiego en Europa.
Ahora, es el Murcia el que sugiere la opción de dar otro paso al frente en la ACB. Nunca ha ganado a los blancos a domicilio, ha cedido amplias diferencias con frecuencia y siempre ha encajado cifras por encima de los 75 puntos. La temporada pasada, sin ir más lejos, cayó por 77-55.
Los murcianos tampoco han logrado buenos resultados contra el Madrid cuando han jugado como locales. Sólo han ganado dos veces -para un total de veinte enfrentamientos- y la última se remonta trece años atrás. La clasificación actual tampoco anima al cuadro de Manuel Hussein, penúltimo (3-9), lejos del conjunto de Vistalegre, que ya marcha quinto. EFE