Murcia, 18 sep (EFE).- El diestro Matías Tejela cortó hoy la única oreja de la sexta corrida de la Feria de Septiembre de Murcia, que resultó deslucida por los toros de Parladé, contra los que se estrellaron sus compañeros de terna, Juan Bautista y César Jiménez.

Se lidiaron seis toros de la ganadería de Parladé, correctos de presentación los cinco primeros y pobre de cara el que cerró plaza. Todos nobles, pero desrazados, sin clase y faltos de fuerza; segundo, cuarto y quinto fueron pitados en el arrastre.

La plaza registró media entrada en tarde de temperatura agradable y cielo encapotado.

Juan Bautista, ovación con saludos y silencio.

César Jiménez, ovación con saludos y ovación con saludos tras aviso.

Matías Tejela, oreja y silencio.

Juan Bautista se encontró en su primero con un toro ancho de sienes y carente de transmisión que en la segunda tanda de muletazos comenzó a rajarse, por lo que el diestro francés abrevió y estuvo sencillamente aseado.

No mejor suerte corrió con el que hizo cuarto, que como el resto de sus hermanos no prestó la menor colaboración al diestro en una faena en la que éste estuvo desangelado al ver que no tenía nada que hacer.

El aburrimiento general continuó en la plaza con el segundo de la tarde, de cuya lidia se encargó César Jiménez, que apenas si pudo hilvanar tres tandas de muletazos y una de naturales sin ligazón alguna por culpa de un toro que desde el primer momento se notó que no servía.

En el quinto el torero brindó la faena al público al creer que el de Parladé ofrecía posibilidades, lo que ocurrió en la serie de muletazos de rodillas con la que inició la faena y en otra en la que mandó su toreo vertical y sin mover las zapatillas de la arena.

Pero tal ilusión se vio enseguida defraudada porque a la tanda siguiente el astado comenzó a rajarse y vino a menos, sin que los aficionados pudieran disfrutar pese a que el espada no cesó de insistir y de intentar provocar la embestida.

Con el primero de Matías Tejela pareció llegar al coso de la Condomina una brisa de aire fresco con la entonada larga de rodillas y con la serie de verónicas de su saludo capotero.

En su labor con la capa, el mismo buen son continuó con un quite airoso a la verónica abrochado con media y revolera, fuertemente aplaudido.

El toro no tenía clase y aguantó poco, pero Tejela supo administrar con sabiduría estas dos circunstancias y con mucha técnica, paciencia y voluntad logró remontar el tedio que padecía el respetable.

El diestro tiró bien de su oponente, apostó por él, y su coraje y las ganas con las que había llegado a Murcia le permitieron cuajar una faena de nota y muy meritoria porque los pases los tuvo que arrebatar con sacacorchos.

El mismo empeño puso en el que cerró plaza, pero este toro no le dio la menor opción, por lo que el espada tuvo finalmente que desistir.

Durante la lidia del cuarto, el banderillero Ismael González, de la cuadrilla de Juan Bautista, fue arrollado por el astado cuando se disponía a llevarlo al caballo, y tuvo que ser ingresado en la enfermería, donde se le apreció traumatismo cráneo-encefálico y conmoción cerebral, de pronóstico reservado.

González fue trasladado después al hospital universitario "Reina Sofía" de Murcia para una exploración cerebral.

Provocar la embestida.

Con el primero de Matías Tejela pareció llegar al coso de la Condomina una brisa de aire fresco con la entonada larga de rodillas y con la serie de verónicas de su saludo capotero.

En su labor con la capa, el mismo buen son continuó con un quite airoso a la verónica abrochado con media y revolera, fuertemente aplaudido.

El toro no tenía clase y aguantó poco, pero Tejela supo administrar con sabiduría estas dos circunstancias y con mucha técnica, paciencia y voluntad logró remontar el tedio que padecía el respetable.

El diestro tiró bien de su oponente, apostó por él, y su coraje y las ganas con las que había llegado a Murcia le permitieron cuajar una faena de nota y muy meritoria porque los pases los tuvo que arrebatar con sacacorchos.

El mismo empeño puso en el que cerró plaza, pero este toro no le dio la menor opción, por lo que el espada tuvo finalmente que desistir.

Durante la lidia del cuarto, el banderillero Ismael González, de la cuadrilla de Juan Bautista, fue arrollado por el astado cuando se disponía a llevarlo al caballo, y tuvo que ser ingresado en la enfermería, donde se le apreció traumatismo cráneo-encefálico y conmoción cerebral, de pronóstico reservado.

González fue trasladado después al hospital universitario "Reina Sofía" de Murcia para una exploración cerebral. EFE