El número de hogares beneficiarios asciende a 785.722, con 133.078 que son monoparentales. En más de dos tercios de los hogares con Ingreso Mínimo Vital viven menores, que además son el 40,8% de los beneficiarios.
El Ingreso Mínimo Vital (IMV) ha llegado en noviembre a 785.722 hogares en los que viven 2.400.567 personas, según la última estadística publicada por el Instituto Nacional de la Seguridad Social.
En el último año, el número de hogares con prestación se ha visto incrementado en un 18,1% y el número de beneficiarios ha crecido un 18,7%. En concreto, este mes, hay 120.214 prestaciones activas más que las que había hace un año y se han sumado 378.838 beneficiarios.
La cuantía media de la prestación es de 485 euros al mes por hogar y, en conjunto, la nómina actual ha ascendido a 406,1 millones de euros.
Tanto por las características de los titulares como de los beneficiarios, podemos decir que el IMV tiene un marcado perfil femenino, donde el 67,9% de los titulares (533.681) y el 53,5% de los beneficiarios son mujeres, en concreto, 1.420.373.
"Mantenemos el firme compromiso de seguir mejorando la prestación y ampliar su alcance. El IMV ha acompañado ya a millones de personas y demuestra cada día que invertir en protección social es invertir en cohesión y en futuro", asegura la ministra Saiz.
Protección reforzada a la infancia
El Ingreso Mínimo Vital constituye una herramienta esencial en la lucha contra la pobreza, especialmente la infantil, ya que incrementa la cuantía de la prestación en función del número de menores de la unidad de convivencia. Actualmente, el 40,8% de los beneficiarios son menores de edad, lo que supone 980.194 niños, niñas y adolescentes protegidos por esta prestación.
"La pobreza infantil es la expresión más dura de la desigualdad y el IMV es clave para combatirla: cerca del 41% de sus beneficiarios son menores y en la mayoría de los hogares donde se percibe la prestación viven niños o adolescentes", explica la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
En noviembre, más de dos tercios de las familias cubiertas por el IMV (538.873 hogares, el 68,6% del total) conviven con menores de edad. De ellas, 133.078 son hogares monoparentales, la mayoría encabezados por mujeres, que asumen en solitario la crianza y cuidado de los hijos e hijas.
A esta protección se suma el Complemento de Ayuda para la Infancia (CAPI), que refuerza la cobertura del IMV con un apoyo adicional por cada hijo o hija a cargo. En noviembre, 553.300 hogares recibieron el CAPI, con una ayuda media de 68,3 euros por menor y de 126,10 euros por hogar con menores. Esta prestación establece distintas cuantías según la edad: 115 euros al mes para menores de 0 a 3 años; 80,5 euros entre 3 y 6 años; y 57,5 euros entre 6 y 18 años.
El CAPI puede percibirse de manera independiente al IMV, ya que cuenta con umbrales de renta más amplios. Así, además de proteger a familias en situación de pobreza severa, alcanza a hogares con rentas bajas o moderadas. Por ejemplo, puede solicitarlo una familia de dos adultos y dos menores con ingresos de hasta 3.755 euros al mes, lo que amplía significativamente el alcance de la red de protección frente a la pobreza infantil.
Desde su puesta en marcha, el IMV ha dado cobertura a más de 3,3 millones de personas, de las que más de 1,4 millones son niños y adolescentes.
El Ingreso Mínimo Vital y los jóvenes
La media de edad de los beneficiarios del IMV es de 28,37 años, lo que supone un importante sostén para los jóvenes en situación de exclusión. Si exceptuamos a los titulares del IMV, la edad baja a los 20,03 años.
"Gracias al proceso de evaluación continua de esta prestación, hemos incorporado mejoras para los jóvenes que les faciliten el acceso a la prestación cuando están en situación de vulnerabilidad", explica Elma Saiz.
En este sentido, se han incorporado mejoras dirigidas a facilitar las condiciones a su acceso. Por ejemplo, pueden solicitar la ayuda personas mayores de 18 años o menores emancipados con hijos o hijas a cargo. Y se ha reducido el período de vida independiente para los jóvenes menores de 30 años, de 3 a 2 años.
Requisitos generales para solicitar el Ingreso Mínimo Vital
El Ingreso Mínimo Vital es una prestación de la Seguridad Social que garantiza un nivel mínimo de ingresos a los hogares en situación de vulnerabilidad y que se puso en marcha hace cinco años. Se configura como un derecho subjetivo, adaptado a la realidad de cada unidad de convivencia, y constituye un instrumento clave en la lucha contra la pobreza y la exclusión social.
Para solicitar el IMV, es necesario haber residido en España de forma legal, efectiva y continuada durante al menos el año anterior. La residencia se demuestra mediante la inscripción en el registro central de extranjeros en el caso de ciudadanos comunitarios y suizos, o con la correspondiente autorización en el caso de personas de terceros países. El domicilio en España se verifica con certificado de empadronamiento, y la unidad de convivencia se demuestra mediante el libro de familia, certificados del registro civil o datos padronales.
Además, tanto la persona solicitante como su hogar deben encontrarse en situación de vulnerabilidad económica, al no disponer de ingresos o patrimonio suficientes.
El IMV es compatible con rentas del trabajo y contempla incentivos para favorecer la inserción laboral y mejorar las condiciones de vida de las familias.
Asimismo, el nuevo sistema de doble revisión de ingresos implantado permite a las familias conocer de antemano la actualización de su prestación. Como consecuencia, desde mayo, los beneficiarios saben ya si, en función de los ingresos del año anterior, su prestación se incrementará, se reducirá o se extinguirá.
Mujer paseando a un bebé.
Origen de los datos: sitio web de lamoncloa.gob.es
Ministerio de la Presidencia