Los investigadores han detectado 329 vídeos que comprometían la vida íntima de las víctimas en el perfil del presunto autor, al que se le atribuye su presunta participación en delitos contra la intimidad y de agresión sexual
Grabada con cámara oculta
Posteriormente, la denunciante recibió un vídeo publicado en una conocida red social, grabado con cámara oculta y con más de 700.000 visualizaciones, en el que se veía parte del encuentro con el varón y los datos personales que había revelado durante la conversación.
Los investigadores, tras realizar un análisis detallado del perfil del presunto autor, detectaron la existencia de otros vídeos y un mismo modus operandi. El autor, a través de supuestos cursos de “técnicas de seducción a mujeres” que se podían contratar en una página web, cobraba 3.000 euros en concepto de material y matrícula para que los alumnos pudieran tener acceso al contenido completo de todos los vídeos publicados en las redes sociales.
Para promocionar dichos cursos y generar la confianza suficiente en sus clientes, publicaba siempre la misma tipología de vídeos en sus perfiles sociales; por un lado, vídeos donde se puede ver claramente al detenido hablando sobre las habilidades que hay que tener para poder establecer relaciones sociales con mujeres y, por otro lado, vídeos donde se ve cómo el investigado aborda a mujeres en la vía pública de Barcelona y, ante la seguridad y confianza que ello le genera, empieza a entablar una conversación con ellas.
Se han detectado la existencia en su perfil de redes sociales 329 vídeos, de los cuales 239 son relacionados con “entrevistas” o conversaciones con mujeres en la calle, a las cuales le sonsaca y publica datos de su vida íntima o privada como puede ser nacionalidad, dónde reside, el motivo por el cual se encuentra en Barcelona, con quien se encuentra en Barcelona, a qué se dedica o incluso qué preferencias en cuanto a gustos o incluso sus rutinas diarias.
Todo esto lo hace publicando vídeos donde se ve claramente la imagen de las mujeres, siendo las mismas fácilmente reconocibles. Asimismo, cabe destacar que las mujeres que aparecen en los vídeos son en su mayoría de origen extranjero. También con el análisis en profundidad del vídeo objeto de denuncia, así como del resto de vídeos de sus redes sociales se pudo comprobar y verificar que dichas imágenes eran obtenidas con una cámara oculta, la cual probablemente estaba ubicada a la altura de sus ojos o en la parte superior de su cabeza.