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El problema de la vivienda y sus santos inocentes 

Hay muchas formas de defender el derecho a la vida del no nacido, pero parece que el PSOE no está dispuesto a implementar ninguna. Incluso aunque ideológicamente le beneficie.

Bien sea por incompetencia o por dejación de funciones (el Gobierno está en otras cosas que poco tienen que ver con el bien de la nación), lo cierto es que el acceso a la vivienda se ha convertido en imposible para una parte significativa de los españoles.

Las causas son múltiples pero, a la hora de identificar al máximo responsable de este desastre basta con preguntarse: ¿quién lleva varios años gobernando? O preguntar: ¿cuántas viviendas protegidas, de las cientos de miles que prometió Sánchez, ha entregado? O ¿qué medidas (eficaces) tomó antes de que la vivienda se convirtiera en el principal problema de España?

Y las consecuencias son terribles, y no solo para el bolsillo de los perjudicados: ¿Cuántos proyectos familiares tienen que aplazarse? ¿Cuántos bebés, tan necesitados en España, dejan de concebirse? Y ¿cuántos abortos son una lamentable consecuencia del alto precio de la vivienda, junto con la práctica ausencia de ayudas gubernamentales?

La muy escasa protesta social en las calles apunta a que parece que no se quiere ver este problema en su verdadera magnitud. Y esto incluye a todos los partidos del arco parlamentario, tanto de la oposición como los que apoyan al gobierno, y también los sindicatos. Y es que el problema de la vivienda se ha convertido en un problema urgente y de primera magnitud. Probablemente en el principal problema de España en la actualidad.

En palabras de nuestro presidente, Alfonso Galdón, Valores está aquí para luchar por la justicia y el bien común. Por eso denunciamos este problema y la indiferencia de los demás partidos al respecto. Y es que, a veces, hacen y dicen algo, pero parece que con la boca pequeña, sin ser conscientes de toda la tragedia social que conlleva.

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