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¿Qué es el Plan Integral para la Prevención y Control del Tabaquismo?

El plan impulsa medidas sanitarias, normativas, de protección del medio ambiente y de coordinación entre administraciones con el objetivo de consensuar una política de prevención y control integral del tabaquismo. Las iniciativas se irán materializando durante esta legislatura.

El tabaquismo es la primera causa aislada de mortalidad y morbilidad evitable tanto en España como en el resto de países desarrollados.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el consumo de tabaco es responsable del 90% de las muertes por cáncer de pulmón, del 95% por enfermedad pulmonar obstructiva crónica, del 50% de la mortalidad cardiovascular y del 30% por cualquier tipo de cáncer. Además, el humo ambiental del tabaco es causa de mortalidad, enfermedad o discapacidad por consumo pasivo o involuntario.

Con el fin de reducir la mortalidad, la enfermedad y la discapacidad por tabaquismo, el Gobierno aprobó el 30 de abril de 2024 el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo orientado a reducir su consumo y a lograr una generación libre de tabaco en España.

¿Qué es el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo?

El Plan Integral para la Prevención y Control del Tabaquismo es un documento que engloba y afianza las actuaciones, planes y estrategias que el Gobierno, las comunidades autónomas y los ayuntamientos están desarrollando desde hace años sobre esta materia.

Se plantea como un instrumento de coordinación de las actuaciones sanitarias y los recursos disponibles para mejorar la atención a los fumadores, así como para proteger el derecho a la salud de los ciudadanos potenciando entornos y estilos de vida saludables y promoviendo alternativas al tabaquismo.

El plan da continuidad a las medidas recogidas en el documento Líneas de Actuación 2019-20 en el Ámbito de la Prevención y Control del Tabaquismo, aprobado el 9 de mayo de 2019 por la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), y a los compromisos anunciados por el Gobierno en sede parlamentaria.

¿Quién ha participado en la elaboración del plan?

En la elaboración del Plan han participado el Ministerio de Sanidad y otros departamentos ministeriales, el Grupo de Trabajo Técnico de Responsables de Tabaquismo en las Comunidades Autónomas, la Federación Española de Municipios y Provincias, así como las sociedades científicas y entidades relacionadas. La iniciativa recoge un alto grado de consenso entre ellos.

¿A qué responden las propuestas del plan?

A los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que contemplan alcanzar, en 2030, la reducción en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles mediante la prevención y el tratamiento.

A los objetivos marcados por el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer que persigue que menos del 5% de la población consuma tabaco de aquí a 2040, frente al 25% de media actual en Europa. Como objetivo intermedio, España se plantea reducir la prevalencia al 18,3% para 2025.

¿Cuál es el objetivo principal del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo?

Su objetivo principal es reducir la prevalencia del consumo de tabaco y productos relacionados (cigarrillos electrónicos, con y sin nicotina, productos a base de hierbas para fumar, bolsitas de nicotina o cualquier otro producto que contenga nicotina, ya sea natural o sintética, o que no la contenga, pero imite el acto de fumar) y de la exposición ambiental a sus emisiones.

Para disminuir esa prevalencia, el plan incide en prevenir el inicio en el consumo, incrementar el número de exfumadores y aumentar los espacios públicos sin humo.

En el ámbito privado, el documento incide en que hay que concienciar a los ciudadanos sobre la conveniencia de no fumar en espacios privados (hogar, coche, etc.) cuando se convive con alguien, en especial con niños y personas con problemas de salud. Asimismo, recomienda a los consumidores que no expongan al humo de tercera mano (restos de nicotina adheridos a las superficies de los ambientes donde se ha consumido tabaco) a sus convivientes.

¿Cuáles son sus objetivos y actuaciones específicas?

1. Prevenir el inicio del consumo de tabaco y de productos relacionados, mediante las siguientes actuaciones principales:

Avanzar en la equiparación por ley de la publicidad, promoción y patrocinio de productos relacionados con el tabaco a la existente para productos del tabaco.

Equiparar la regulación de los cigarrillos electrónicos y los productos relacionados del tabaco (con y sin nicotina) a la regulación del tabaco tradicional.

Modificar la normativa para introducir el empaquetado genérico y la prohibición de aditivos que confieren aromas al tabaco y a productos relacionados.

Aumentar el control en la venta de tabaco a menores y sobre la publicidad encubierta y promoción del consumo en las redes sociales.

Desarrollar una estrategia de comunicación basada en campañas dirigidas a jóvenes, con un enfoque de género y equidad, para desnormalizar el consumo de tabaco y lograr una generación libre de humo.

Impulsar programas de promoción de la salud y de prevención sobre adiciones en diversas etapas educativas.

2. Fomentar el abandono del tabaquismo y facilitar la ayuda para dejar de fumar mediante medidas como:

Potenciar la Atención Primaria para el tratamiento frente al tabaquismo, en coordinación con la atención hospitalaria dirigida a pacientes que suman otras patologías, y resaltar el papel de los servicios de salud laboral.

Incluir en la Cartera de Servicios común del SNS la intervención en tabaquismo en el ámbito hospitalario e implantar un sistema de identificación de los fumadores mediante la Historia Clínica Digital.

Conseguir que todos los profesionales sanitarios utilicen las mismas estrategias de tratamiento del tabaquismo.

Modificar los criterios de inclusión de las personas fumadoras en el programa de cesación del tabaquismo con fármacos financiados.

Incorporar a la cartera básica de prestaciones farmacéuticas los medicamentos adecuados para el tratamiento de la adicción al tabaco y facilitar su disponibilidad.

Difundir material informativo, con perspectiva de género, para dejar de fumar.

Poner en marcha líneas telefónicas de ayuda gratuita, recursos web y aplicaciones móviles.

3. Reducir la exposición ambiental a las emisiones de tabaco y productos relacionados en espacios públicos y privados, así como la huella ecológica, mediante actuaciones relevantes, entre las que se encuentran:

Ampliar por ley los espacios sin humo de tabaco y sin aerosoles de cigarrillos electrónicos y productos relacionados.

Prohibición de los dispositivos de un solo uso relacionados con el tabaco.

Incrementar la inspección para que se cumpla la legislación en espacios sin humo, en especial en centros sanitarios, educativos y sociales.

Impulsar el desarrollo de ordenanzas municipales que prohíban arrojar colillas en las vías públicas y espacios naturales.

Sensibilizar a la población sobre las consecuencias de convivir en espacios donde se fuma y señalizar los espacios libres de humo.

Promover iniciativas de ocio libre de humo y organizar campañas de sensibilización sobre el impacto en el medio ambiente del tabaco y sus desechos (colillas)

Buscar alternativas productivas al cultivo de tabaco.

4. Promover la investigación aplicada y la monitorización en el control del tabaquismo, mediante diversas líneas de actuación como:

Fomentar el establecimiento de convenios con sociedades científicas e impulsar una línea de subvenciones para proyectos de investigación sobre el tabaco y sus enfermedades asociadas.

Promover la investigación con perspectiva de género de los aspectos relacionados con el tabaquismo y la salud pública.

Establecer sinergias entre centros y grupos de investigación y participar en los programas de acción conjunta de la Unión Europea.

Estimular la investigación sobre los aromas usados en el tabaco y cigarrillos electrónicos y su atracción para los jóvenes.

Realizar de encuestas y estudios de mercado sobre preferencias de consumo de los diferentes productos del tabaco.

5. Potenciar la coordinación y el establecimiento de alianzas, mediante estas medidas principales:

Promover el desarrollo legislativo para ejecutar este plan con la participación de la ciudadanía, de profesionales, entidades implicadas y con el tercer sector.

Estrechar la relación del Ministerio de Sanidad con los departamentos que tienen competencia en la materia en la Administración General del Estado, con las comunidades y ciudades autónomas y con las entidades locales.

Reactivar el Observatorio de Prevención del Tabaquismo.

Adoptar una actitud proactiva en la comunicación con las instituciones comunitarias para impulsar la actualización normativa en la Unión Europea.

¿Cómo se materializarán las medidas del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo?

Gran parte de las medidas se materializarán a través de la modificación de la normativa actual básica en materia de tabaquismo (Ley 28/2005 y Real Decreto 579/2017) que el Gobierno se ha comprometido realizar en esta legislatura. La reforma responderá a los cambios producidos en el mercado con la aparición de nuevos productos y supondrá un avance en la regulación de espacios sin humo.

Las medidas propuestas en este plan integral se desarrollarán y adaptarán teniendo en cuenta las capacidades, objetivos y prioridades de las comunidades autónomas de acuerdo con sus competencias en materia de salud pública, mediante el trabajo coordinado entre los Estados de la Unión Europea, atendiendo las demandas de las sociedades científicas y entidades civiles relacionados y en base a los compromisos acordados con la Organización Mundial de la Salud.

Origen de los datos: sitio web de lamoncloa.gob.es
Ministerio de la Presidencia

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