Gracias a la monitorización en redes sociales se pudo identificar al titular del perfil de una red social que publicitaba la venta de piezas de naturaleza arqueológica que procederían de expolio o tráfico ilícito de bienes culturales
Publicitaba la venta de las piezas arqueológicas en redes sociales
La investigación se inició tras detectar, durante la monitorización que realizan los agentes sobre efectos y bienes de naturaleza arqueológica, un perfil que en una conocida red social mostraba varias piezas de naturaleza arqueológica que podrían proceder de expolio o del tráfico ilícito de bienes culturales.
Las indagaciones de los agentes permitieron identificar al titular de la cuenta comprobándose, que la actividad expoliadora de esta persona no era circunstancial o esporádica, sino que se desarrollaba a lo largo de varios años.
Dada la localización del domicilio del identificado, se solicitó un informe técnico pericial sobre la procedencia y datación cronológica ya que las piezas podrían proceder de cualquiera de los numerosos yacimientos arqueológicos y puntos de interés histórico de la zona.
En la entrada y registro del domicilio del investigado se han intervenido piezas arqueológicas, las cuales quedan depositadas en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico de Sevilla para su estudio. Han podido ser identificadas piezas prehistóricas como núcleos y láminas de sílex, objetos prerromanos y romanos, como fíbulas, materiales medievales, como broches de cinturón y objetos modernos, como monedas.
Se ha podido constatar que para la búsqueda y localización de los efectos intervenidos, se habrían empleado detectores de metales, ya que se tratan de numerosos efectos de este material y muchos de ellos presentas concreciones de tierra, procedentes de lugar en el que se encontraban depositados.
Las piezas recuperadas son todas auténticas, destacando entre ellas, por su singularidad y su buen estado de conservación, el candil de piquera, medieval islámico, datado entre mediados del siglo IX y mediados del siglo XIII, que habría formado parte del ajuar doméstico de una casa hispanomusulmana de clase acomodada.
El presunto expolio de los materiales intervenidos, al haber sido extraídos aparentemente sin metodología arqueológica supone una importante pérdida de información relativa tanto a las piezas como a los yacimientos de procedencia, impidiendo el proceso de documentación científica de los mismos y en definitiva una pérdida irreparable para nuestro patrimonio cultural.
Los efectos intervenidos son un conjunto de bifaces, integrado por veinte piezas, conjunto de anillas, pasadores, agujas, hebillas, monedas, puntas de flecha, hachas, apliques de sítula romanos y aes romanos, conjunto de pesas de telar y fusayolas íberas y de la edad de bronce, trece piezas, conjunto de siete monedas de diferentes épocas (musulmana, moderna), fragmento de ánfora medieval, dos platos de cerámica, un bifaz y hebillas bizantinas.