Los agentes han detenido al conductor del vehículo y la investigación continúa abierta a fin de localizar a más personas implicadas en los hechos
La investigación se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento de un posible transporte por carretera de sustancia estupefaciente, concretamente hachís. El medio utilizado sería un camión de transporte de animales con matrícula holandesa y el punto de partida un polígono industrial de Almería. Esto dio lugar a un dispositivo policial tendente a interceptar dicho vehículo.
Interceptado en la A-7 un camión que transportaba 470 kilos de hachís
Durante el dispositivo los agentes observaron un camión tipo tráiler circulando por la A-7, a la altura de la localidad almeriense de Retamar-El Toyo. Tras realizar un seguimiento discreto del mismo, lo interceptaron a la altura de la salida 725 en dirección Sorbas. Los agentes identificaron al conductor y le solicitaron que abriera el remolque, si bien éste alegó que únicamente podría abrir las ventanas ya que había perdido el mando que permitía abrir la puerta basculante de la parte trasera del mismo.
Tras una inspección exterior del vehículo, comprobaron que el remolque constaba de dos pisos y que no llevaba carga alguna de animales, localizando entre ambos pisos un compartimento donde se alojaban varios fardos de arpillera (comúnmente utilizados para el transporte de hachís).
Los investigadores trasladaron el camión, junto al conductor, hasta las dependencias policiales de Almería para una inspección más minuciosa del vehículo. Allí realizaron una apertura del compartimento del remolque, utilizando herramientas de corte, y comprobaron que efectivamente contenía 12 fardos de arpillera con hachís en su interior. El conductor fue arrestado en ese mismo acto.
La operación, que ha permitido interceptar un envío internacional de estupefaciente por vía terrestre desde España hacia otro país europeo, continúa abierta a fin de localizar a más personas implicadas en los hechos.
Financiado a través de mecanismos financieros de la UE
Agentes de la Policía Nacional Española llevaron a cabo esta operación en el marco de la Estrategia de Seguridad de la Unión Europea. Dicha estrategia se enfoca en cuatro puntos clave: establecer un entorno de seguridad preparado para el futuro, combatir las amenazas emergentes, proteger a los ciudadanos europeos del terrorismo y la delincuencia organizada, y forjar un robusto ecosistema de seguridad europeo.
Para lograr estos objetivos, la Dirección General de Migración y Asuntos de Interior de la Comisión Europea (DG HOME por sus siglas en inglés), junto con las agencias de la UE y fondos específicos de la UE, como los Fondos de Seguridad Interna (ISF por sus siglas en inglés), respaldan a los Estados miembros en la lucha contra las amenazas criminales mediante operaciones coordinadas dirigidas a desmantelar las redes criminales y sus modelos de negocio. Las intervenciones efectuadas bajo este esquema han sido cofinanciadas por la Unión Europea, como parte del apoyo a los Estados miembros para combatir las redes delictivas que constituyen las amenazas más significativas para la seguridad de los ciudadanos de la UE y de la Unión en su conjunto.