Con motivo del Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, que se celebra mañana día 13, desde el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) queremos poner el acento sobre la lacra que supone para la salud mental de los profesionales sanitarios el tener que enfrentarse diariamente en su puesto de trabajo a posibles agresiones verbales y/o físicas de los usuarios.
Ansiedad, estrés, miedo o depresión son algunas de las consecuencias de la frustración y la angustia que supone para el trabajador ser agredido cuando está velando por el cuidado y bienestar del paciente.
Un problema que, a pesar de las actuaciones implementadas, no deja de crecer: durante el primer semestre del año pasado el número de agresiones a profesionales sanitarios aumentó un 128%, lo que evidencia que las administraciones deben continuar trabajando para garantizar la seguridad de estos profesionales, teniendo en cuenta la vulnerabilidad con la que se enfrentan a su trabajo tras la pandemia: según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en octubre de 2021, las altas exigencias para afrontar la pandemia causaron un incremento de la ansiedad y de la depresión entre el personal sanitario.
"La tensión que se genera en el ámbito sanitario ante la incertidumbre y/o el desconsuelo, provoca mayores niveles de violencia y estrés entre los usuarios y sus familias, por ello es fundamental que se implementen medidas de seguridad más contundentes en los centros y para ello es necesario que los profesionales comuniquen todas las agresiones de las que sean víctimas, tanto verbales como físicas, pues es la única manera de establecer los protocolos necesarios en cada centro de salud, hospital y residencia. La protección física y mental de los profesionales garantizará su salud y su bienestar. No olvidemos que hay que cuidar a quien nos cuida", explica Daniel Torres, secretario de acción social de SAE.