Un 76% de los fallecidos en los desplazamientos estivales perdieron la vida en carreteras convencionales, y el 47% del total de accidentes mortales se produjeron por salidas de la vía.
Los problemas provocados por el coronavirus han derivado en el ‘abandono’ de la seguridad vial y sus consecuencias.
El momento atípico y la gran crisis en todos los ámbitos derivada del COVID-19 han propiciado que se dejen de lado otras preocupaciones reales de los españoles que también se cobran centenares de vidas, y que cuestan millones de euros a la sociedad. Entre estas situaciones que ahora están relegadas al ostracismo político, social y de comunicación se encuentran la seguridad vial y la siniestralidad en las carreteras y ciudades españolas, que se han cobrado la vida de 202 personas entre los meses de julio y agosto, solo 13 menos que en 2019.
Por este motivo, el Real Automóvil Club de España – RACE hace un llamamiento a todos los actores clave relacionados con la seguridad vial para devolver el foco a una problemática que, lejos de revertirse por el menor número de desplazamientos, ha agravado su situación en 2020.