Las consecuencias de estos fenómenos climáticos están cubiertas por el sistema de seguros agrarios.
Las tormentas de pedrisco que el sábado, 15 de agosto, cayeron sobre el campo aragonés provocaron daños importantes en diversos cultivos de la región. En total, se han recibido declaraciones de siniestro correspondientes a casi 9.500 hectáreas, con una indemnización estimada de 4,15 millones de euros.
Monegros (Huesca), fue la comarca más afectada de la comunidad autónoma, y aglutina más del 35% del total de la superficie de cultivo reclamada hasta el momento. Otras comarcas que también registran un volumen importante de siniestros son La Litera, Bajo Cinca y Hoya de Huesca, en la provincia de Huesca, y Ejea de los Caballeros, en la provincia de Zaragoza.
Por cultivos, el maíz cuyo estado fenológico en algunas parcelas lo hizo especialmente sensible al pedrisco y el arroz han sido los más afectados por estas últimas tormentas. También se han visto dañados otros cultivos, como almendro, frutales (sobre todo nectarina y melocotón) y hortalizas (fundamentalmente judía verde). Desde la ocurrencia del siniestro, 30 peritos comenzaron con las visitas al campo y las labores de tasación, si bien en el cultivo de maíz se ha esperado unos días para ver la evolución de los daños en sus hojas.
2020, un año con gran actividad tormentosa
El año 2020 está registrando, ya desde el pasado mes de marzo, numerosas y reiteradas tormentas acompañadas de pedrisco. La inestabilidad climática de la primavera y el verano deja cerca de 405.500 hectáreas afectadas por pedrisco en el total nacional, de las cuales una cantidad superior a las 77.000 corresponden a la comunidad autónoma de Aragón.
En esta comunidad, los cultivos herbáceos son, por el momento, los que más han sufrido las consecuencias de las tormentas en términos de superficie afectada, y ya superan las 66.000 hectáreas dañadas. Sin embargo, el mayor impacto económico recae sobre la fruta (especialmente melocotón y nectarina), con una superficie siniestrada superior a las 6.000 hectáreas y una indemnización estimada de cerca de 18 millones de euros.
Además, en la gran mayoría de los casos, los pedriscos han venido acompañados por intensas lluvias que entre los meses de mayo y junio han provocado importantes daños en la cereza, con una indemnización estimada de casi 7 millones de euros.
Conviene recordar que los daños ocasionados por estos fenómenos atmosféricos están cubiertos por el sistema de seguros agrarios, y es importante que los agricultores remitan los partes de siniestro tan pronto como les sea posible.