El transporte es responsable de más del 30% de las emisiones de CO2 en la Unión Europea, de las cuales el 72% proviene del transporte por carretera. La buena noticia es que, además de ir evolucionando hacia el uso de vehículos de energías alternativas, todos y cada uno de nosotros podemos poner nuestro granito de arena para reducir esos porcentajes.
El tipo de conducción que realizamos tiene un impacto directo sobre el medio ambiente. En Northgate Renting Flexible son conscientes, por ello, dos de sus compromisos básicos son con la seguridad vial y con el medio ambiente, llevando a cabo acciones que reduzcan el impacto ambiental, promoviendo los vehículos de bajas o cero emisiones y organizando jornadas de conducción eficiente y segura. Sin embargo, ante la nueva normalidad, queremos poner en valor de forma virtual los 10 consejos de nuestros expertos para que nuestros movimientos por carretera tengan el menor impacto ambiental posible. Además, también ayudarán al estado de tu vehículo, al tiempo que ahorras dinero y combustible al volante.
Inicia bien la marcha. En los motores de gasolina es posible iniciar la marcha inmediatamente después de arrancar, pero en los vehículos diésel es recomendable esperar unos segundos.
Evita bajar totalmente las ventanillas ya que reducen la aerodinámica y aumentan el consumo de combustible.
Evita sobrecargar el vehículo. Por cada 100 kilogramos que añadimos de carga el consumo se incrementa en un 5%. No es conveniente sobrecargar el coche y debemos huir de prácticas comunes como utilizar el maletero como lugar de almacenaje. Además, llevar puesta la baca y no utilizarla también supone un consumo de combustible evitable.
El aire acondicionado, lo justo. Siempre que sea posible, recomendamos aclimatar la temperatura del vehículo bajando las ventanillas a la mitad ya que el uso del aire acondicionado aumenta el consumo de combustible en un 20%.
Evita velocidades altas y trata de mantener la velocidad lo más uniforme posible, evitando los frenazos y los cambios bruscos. Ten en mente que el consumo de carburante aumenta en función de la velocidad al cuadrado, es decir, un aumento de velocidad del 20% significa un aumento de 44% del consumo.
Las marchas, largas, y las revoluciones, bajas. Es recomendable intentar circular con las marchas más largas posibles, sin llegar a llevar el motor al calado, y controlar la correcta transición de marcha, cambiando entre las 2.000-2.500 revoluciones por minuto en caso de gasolina y 1.500-2.000 en el caso de los motores diésel. De esta manera, el motor producirá una menor combustión. Además, hay que tener en cuenta que la primera marcha solo debe ser utilizada durante los dos segundos posteriores a la puesta en marcha y para estacionar.
El vehículo, siempre revisado. El buen estado y el correcto mantenimiento del turismo es fundamental para cuidar el medio ambiente. Hay que tener especial cuidado con el tubo de escape y asegurarnos de que no haya fugas, ya que es precisamente en el escape donde quedan atrapadas más sustancias nocivas derivadas de la combustión antes de ser emitidas a la atmósfera. También es fundamental revisar la batería y los sistemas de encendido, ya que son precisamente los combustibles mal quemados los más contaminantes.
Utiliza el freno motor. En las deceleraciones, siempre que el espacio lo permita, levanta el pie del acelerador y deja rodar el vehículo con la marcha engranada. El motor actuará como freno y así el consumo será cero.
En las bajadas, no aceleres, pero tampoco pongas punto muerto ya que es un falso mito para reducir el consumo.
Apaga el motor en paradas que duren más de 60 segundos para que deje de emitir gases.