Como residente en las Islas Canarias, a las pocas semanas del inicio de la pandemia me llamó la atención el bajo nivel de incidencia de casos en esta zona; teniendo en cuenta el gran movimiento de viajeros que en las islas se produce, especialmente con turistas y muchos, ya, residentes habituales italianos y chinos. Poco después pude observar que Andalucía, zona que suelo visitar, también destacaba en este sentido. Por todo ello he ido examinando las cifras y porcentajes que se iban publicando hasta convencerme de que era interesante realizar este estudio. Los datos básicos se han tomado del Instituto Nacional de Estadística para el número de habitantes (según el último informe de 2019) y de los casos constatados por el Centro Nacional de Epidemiología (según el informe nº 22) hasta el día 13 de Abril.

Pensé, como parece verse en alguna estadística reciente, que la razón fundamental estaría en la temperatura. Y aunque da la impresión de haber un relativo paralelismo, creo que hay que tener en cuenta otros parámetros. Las recientes estadísticas publicadas en este sentido son con datos acumulados de los últimos 14 días; el presente estudio se ha realizado con la totalidad de casos acumulados, como he comentado, hasta el día 13 de abril.

En principio, a falta de análisis más meticulosos en cuanto a las causas, se confirma de forma destacada un importante resultado, la gran diferencia de incidencia entre territorios con parte del mismo en zonas costeras, por un lado, y los territorios del interior peninsular por otro. La diferencia es ostensible, llega a multiplicarse por tres en las zonas de interior. También destacan las diferencias en subdivisiones Norte/Sur, siendo más del doble la incidencia en las zonas del Norte respecto a las del Sur.

1) Tabla de análisis nacional y división en zonas de costas e interior

En el análisis general de todo el territorio y traduciendo la tasa x/100.000 habitantes a porcentajes para facilitar la lectura, ya se puede observar como la incidencia baja en las zonas costeras casi a la mitad (0,22%) respecto a la tasa nacional y casi se duplica (0,60%) en las zonas de interior; manifestándose estás con casi el triple de las zonas costeras.

2) Zonas del Norte y división en zonas de costas e interior

En el análisis de la zona Norte, vemos que la incidencia aumenta en el conjunto (0,46%) respecto al total nacional anterior (0,36%). Y vemos de nuevo cómo el porcentaje baja en las zonas costeras, volviendo a aumentar en las zonas de interior.

3) Zonas del Sur y división en zonas de costas e interior

En el análisis de la zona Sur, vemos la ostensible diferencia a la baja (0,16%) con la tasa nacional (0,36%), menos de la mitad. Que aún baja más en las zonas costeras (0,12%). Y cómo las zonas de interior duplican a las costeras.

En un resumen final podemos ver que la incidencia mínimá está en las zonas costeras del sur, y la incidencia máxima en el norte interior.

Conclusiones iniciales 

Se hacen necesarias más investigaciones para averiguar las causas de estas diferencias. No obstante, y aunque, como comentaba anteriormente, sospechaba de la temperatura, hay un mapa que contiene importante paralelismo también, la altimetría. Aunque puede ser casual, pues lógicamente las zonas costeras se acercan más al nivel del mar. Pero hay que considerar la presión atmosférica. Puede tener sentido que la mayor presión atmosférica, como suele suceder generalmente en las zonas con litoral, dificulte la propagación de las partículas virales en relación con las zonas de mayor altitud, en donde la presión del aire es más baja.

Antonio Miguel Muñoz