El consumo moderado de Cava reduce la mortalidad total, la mortalidad cardiovascular y previene algunas enfermedades crónicas
El Cava, como vino espumoso, está considerado un alimento y su consumo moderado contribuye a potenciar los beneficios de la Dieta Mediterránea en un 25%[1]. Esta es una de las principales conclusiones del ‘Foro Cava. Dieta Mediterránea y Salud’ que se ha presentado en la reciente primera edición del salón Barcelona Wine Week. Y es que el Cava contiene, además de agua y alcohol, vitaminas (B6), minerales (potasio, magnesio y fósforo) y polifenoles.
Este primer foro, impulsado por la DO Cava y por la Fundación Dieta Mediterránea, ha contado con destacados profesionales del sector vinícola, gastronómico y de la salud y se ha organizado con el objetivo de reflexionar sobre todos aquellos aspectos que inciden en la relación del Cava con la sociedad desde un estilo de vida mediterráneo y que contempla los hábitos de consumo, la gastronomía, la cultura, la formación, la salud y la sostenibilidad del producto.
El presidente de la DO Cava, Javier Pagés, destaca la importancia del valor de marca de la Dieta Mediterránea y del Cava, que pasa por la salud, la sostenibilidad, la cultura y la calidad de producto ligado al territorio. De hecho, la Organización Mundial de la Salud recomienda la Dieta Mediterránea como la más saludable del mundo, ya que contribuye a una buena calidad de vida y previene enfermedades. Se ha destacado en el foro que “la Dieta Mediterránea es un estilo de vida, y no sólo un patrón alimentario”. Combina ingredientes de la agricultura local, tradicional y estacional, las recetas y formas de cocinar propias de cada lugar y las comidas compartidas, celebraciones y tradiciones. Todo ello, unido a la práctica de ejercicio físico moderado pero diario y a un clima benigno, completa este estilo de vida saludable.
El consumo moderado de Cava reduce la mortalidad total, la mortalidad cardiovascular y previene algunas enfermedades crónicas como el infarto de miocardio, el ictus, la diabetes o el deterioro cognitivo relacionado con la edad. Se considera consumo moderado saludable la ingesta de hasta un máximo de 2 ó 3 copas de Cava al día para los varones y un máximo de 1 ó 2 copas al día para las mujeres, siempre con las comidas. Estudios científicos también han demostrado que el Cava tiene un efecto antioxidante y antiinflamatorio frente a la mayoría de las enfermedades crónicas, principalmente la arteriosclerosis[2]. Y también que el consumo de Cava mejora el rendimiento cognitivo y que puede ejercer un efecto inhibidor sobre la oxidación de las partículas de LDL-Colesterol (el colesterol malo), un primer paso del proceso arteriosclerótico. Su consumo moderado también tiene un efecto positivo sobre la agregación plaquetaria o sistema de coagulación, mecanismo por el que reduciría la formación de trombos en las arterias o facilitaría su disolución en caso de formarse.
En el ‘Foro Cava. Dieta Mediterránea y Salud’ también se ha convenido en la voluntad de potenciar un contexto tan mediterráneo como el de disfrutar de una copa de cava entre amigos o familia, trabajando su vertiente más seductora. También se ha concluido que deben buscarse nuevos espacios para el consumo de Cava como el ‘tardeo’ o el ‘afterwork’.Los expertos creen que se debe potenciar el Cava desde la marca España, ya que le aporta una base sólida por representar un valor añadido (siempre acompañado de la gastronomía),y que es conveniente dar mayor visibilidad del Cava en la restauración. En este marco se ha convenido en proponer maridajes con base a la Dieta Mediterránea en los que el Cava es parte del binomio. Por ejemplo: Cava y jamón, Cava y marisco o Cava y quesos.
DO Cava
Con más de un 60% de ventas internacionales, Cava es la DO española que más exporta. Reúne más de 38 000 hectáreas de viña y a más de 6 800 viticultores. Sus 370 bodegas asociadas están presentes en más de 100 países. El Cava, armonía universal para la gastronomía, está presente en los restaurantes más prestigiosos y reconocidos del mundo.