Solo en 2018 un total de 386 viandantes perdieron la vida por un accidente de tráfico. El 70 por ciento de estos fallecimientos se produjo en zona urbana y tuvo como causa una distracción, asociada en muchos de los casos al mal uso del móvil.

Según un estudio realizado ese año por Ponle Freno y AXA, los peatones suspenden de forma alarmante en seguridad: el 37% de los encuestados reconoce cruzar la calle mirando el teléfono móvil.

A la circulación de los vehículos tradicionales en las ciudades hay que sumar ahora la existencia de otros modos de transporte alternativos, como los patinetes eléctricos o los hoverboards, que complican aún más el panorama. Según el informe Nuevos sistemas de movilidad personal (VMP) en ciudad y sus problemas asociados a la seguridad vial, elaborado por Fundación MAPFRE en colaboración con la Asociación Española de la Carretera, un total de 5 personas perdieron la vida en 2018, como resultado de un incidente con VMP.

Con el fin de aportar soluciones concretas a toda esta tipología de atropellos urbanos, ha nacido AiCross, Artificial Intelligence Cross. Como empresa, AiCross reúne a profesionales de diferentes disciplinas y sectores con el objetivo de dar forma a una idea: poner la tecnología al servicio de la seguridad de las personas.

Como producto, AiCross es una plataforma vibratoria que, entre otras aplicaciones, puede instalarse en los pasos de peatones, con o sin semáforo.

Esta plataforma se activa al paso de los transeúntes, bien cuando el semáforo está rojo para ellos, bien cuando se acerca un vehículo en el caso de que no exista el semáforo.

Cuando el peatón pisa la plataforma, ésta vibra, alertándolo de un posible riesgo.

Además, el dispositivo, que está fabricado con materiales de última generación utilizados en la industria aeronáutica, puede iluminarse y emitir señales acústicas para personas invidentes.    Con el fin de potenciar sus esfuerzos en la mejora de la seguridad vial y contribuir a la difusión de su plataforma, AiCross se ha integrado en la Asociación Española de la Carretera (AEC) como socio de número, mostrando así su confianza en el proyecto asociativo que representa esta entidad.

Por su parte, la AEC encuentra en AiCross un nuevo miembro con el que trabajar para conseguir su objetivo último, que es mejorar la vida de los usuarios de las carreteras.