El Ayuntamiento de Molina de Segura ha mostrado su preocupación por la situación extremadamente grave, en términos humanitarios, que se plantea con la toma del poder por parte de los grupos extremistas talibanes en Afganistán, y apoya la necesidad de poner en marcha un programa de ayuda y acogida de personas desplazadas.
El alcalde, Eliseo García Cantó, ha hecho público el compromiso del consistorio con el cumplimiento de los derechos civiles en Afganistán y ha transmitido el apoyo de la institución local con aquellas personas que han estado colaborando con las tropas españolas y "a las que no pueden dejarse en la estacada".
El primer edil molinense considera que ahora es el momento de demostrar, una vez más, el compromiso internacional de todas las administraciones de nuestro país y participar activamente en un programa de ayuda humanitaria y acogida a personas desplazadas.
El concejal de Cooperación Internacional y Solidaridad, Mariano Vicente Albaladejo, ha defendido la necesidad de dar una respuesta humanitaria y urgente a los centenares de miles de personas que se están viendo obligadas a abandonar su país, acoger a quienes se encuentran en una situación más vulnerable y pedir que todas las instituciones internacionales, los gobiernos y los entes regionales y locales de los países democráticos se comprometan en la respuesta humanitaria.
El Ayuntamiento de Molina de Segura, ha explicado el edil, está dispuesto a colaborar en la acogida de personas de aquella procedencia, para que tengan un trato humano y digno y ha recordado que el municipio ya dispone de un programa de atención a personas que se encuentran en situación de solicitud de asilo.
Mariano Vicente ha afirmado que "si nuestro país mantiene su compromiso con la causa de un sistema democrático en Afganistán, ahora en términos humanitarios, debemos impulsar acciones extraordinarias"
El concejal de Cooperación Internacional y Solidaridad ha concluido afirmando que "tenemos un reto importante en recibir dignamente y con respeto a la legalidad y los derechos humanos a quienes huyen hacia nuestro territorio, pero debemos entender que ahora Afganistán también es una frontera global, que nos atañe a todos, porque se dirime una lucha entre el derecho de los pueblos a ejercer libertades básicas, y los niveles más altos y despreciables de fanatismo, violencia y desprecio a los derechos de las personas, con el agravante de la especial agresión hacia las mujeres, a las que se les priva de todos sus derechos personales, civiles y sociales.