El amor que Emilia Fernández González siente por Molina de Segura, su ciudad natal, y la defensa que ha realizado a lo largo de toda su vida del papel igualitario de la mujer en la sociedad, fueron los dos grandes ejes que marcaron el pregón de fiestas que esta maestra jubilada pronunció anoche en el Teatro Villa de Molina y que concluyó con una cerrada ovación de todos los presentes.
Emilia Fernández recordó en su pregón como eran las Fiestas Patronales de su infancia, describió la forma en que los niños y las niñas de las décadas de los años 40 y 50 del pasado siglo vivían estos días, y acompañó su relato de anécdotas y vivencias personales.
La pregonera reconoció que ella quería "decir y resaltar las cosas buenas de las Fiestas de Molina de Segura" y recordó atracciones ya desaparecidas como la cucaña, con un jamón como premio "en tiempos de posguerra y con más hambre que Carpanta".
Fernández realizó un repaso a su trayectoria profesional, primero como operaria de las industrias de confección textil y de la conserva, como tantas mujeres molinenses de su época, y más tarde vinculada al mundo de la educación de las personas adultas.
La pregonera concluyó resaltado el alto carácter participativo de las Fiestas de Molina de Segura 2017, que deseó sean "variadas, divertidas y rumbosas".
La Alcaldesa, Esther Calvero Mira, impuso a Emilia Fernández, tras la lectura de su pregón, la insignia de Molina de Segura y le entregó una placa conmemorativa del acto. Como cierre se leyeron cuatro poemas con la mujer como protagonista, al ritmo de la percusión del grupo D´akokan.
Tras el pregón se prendió un luminoso castillo de fuegos artificiales en la Plaza de España.