Los de Javier Aguilar suman su quinto triunfo consecutivo y ya sólo piensan en el importantísimo partido del próximo sábado contra el CB Genoves-Xátiva en el Pabellón Serrerías.
Como presagiaba el técnico Javier Aguilar, este CD Santa Teresa, podía ser un mal rival para nuestro AD Molina ya que, tras cosechar los molinenses una buena racha de resultados, imponiéndose de manera consecutiva en sus últimos cuatro partidos jugados, tanto actuando de visitante como de local, "podemos encontrarnos con un partido trampa en el que pensemos que podemos ganarlo sin ponernos el mono de trabajo". Así lo comentaba ante la prensa en la previa del partido de este pasado domingo y así pareció ser durante toda la primera mitad del encuentro (39-39) y ratificado si vemos el resultado final del mismo (60-80). El propio técnico señalaba que prefería jugar un partido "contra un rival de la parte alta de la tabla, así no caeremos en relajación ni confianzas" y es que los de Alicante solo han conseguido ganar un partido en todo lo que va de liga, contra el Vinotinto ADM Lorquí en la primera jornada de liga.
Aguilar partió con su habitual cinco inicial, pero en esta ocasión el resultado y rendimiento de estos jugadores fue muy distinto al de otros partidos. Los amarillos no solo no conseguían distanciarse en el marcador, sino que además eran los alicantinos los que dominaban en el juego y en el marcador aunque sin grandes diferencias (14-9, en el minuto 8 del primer periodo), pero tras un parcial de 0 a 9, los molinenses tomaron la iniciativa del partido al final del primer cuarto (14-18). Todo hacía recordar el encuentro ante Elda, en el que los molinenses cayeron por primera y única vez en esta temporada. Tanto es así, que la defensa amarilla no funcionaba como en partidos anteriores y la selección de tiro no parecía la más adecuada. En cambio, los capitalinos sí que conseguían anotar con cierta claridad. La aparente dejadez defensiva visitante daba pie a un sinfín de innecesarias faltas cometidas por los Pintor, Ureña, Montoya, Petrovic, Manzano, D. García, y Sanmartín, todos ellos castigados con dos faltas antes de llegar al descanso.
Todo ello hizo que saltaran a la pista jugadores menos habituales pero que reivindicaron un sitio en el esquema de juego del entrenador, ya que fueron los responsables de volver a meter al equipo en el partido. David Luna, Ilya Cherenshchikov, Adrián Méndez y Fran Montoyacoincidieron en la pista en los minutos finales del segundo cuarto, cuando el marcador reflejaba un preocupante 37-30 a favor de los locales. El trabajo en defensa y el acierto ofensivo, con Ureña completando este inhabitual quinteto, cosecharon un parcial (2-9) en apenas 3 minutos (con triple de Ilya incluido) que volvió a poner las tablas en el marcador a la espera de toda una segunda parte.
Los parciales del tercer periodo (14-21) y, sobre todo, del cuarto (7-21), muestran una clara evidencia del cambio de mentalidad y actitud de los jugadores molinenses tras su paso por los vestuarios. Sólo la aportación del capitán local (jugador nº 13) inquietaba a los visitantes, con diferentes canastas (8 puntos en el tercer cuarto). Por parte molinense eran Serrano, Damián, Ureña y Costa los que comenzaron a apuntalar la victoria, consiguiendo anotar con un juego mucho más vistoso que el de la primera mitad y con una evidente intencionalidad colectiva. Adrián Méndez anotaba de 3 puntos tras un buen movimiento visitante y Damián se eregía en el dominador del ritmo de juego y, junto con Ureña, también en la anotación, ya que tanto desde el tiro libre como con tiros de campo, los de Aguilar comenzaban a cosechar las primera ventajas en el marcador (48-56, minuto 7 del tercer cuarto).
Faltaba en este encuentro la participación de Petrovic, que si bien no será recordada entre sus mejores actuaciones, sí que se sumó al trabajo del resto del equipo en el que, fundamentalmente en labores defensivas, rindieron a un muy buen nivel, dejando en tan solo 7 puntos al rival en estos últimos 10 minutos de juego, siendo 5 de esos puntos desde la línea de tiros libres. Costa fue el encargado de encarar el partido con un triple que ponía el 55-71 en el ecuador del último periodo para abrir el camino de la victoria que de nuevo Petrovic desde el 6,25 remató.
El partido terminó con una renta de 20 puntos para los de Javier Aguilar, que se llevaron un partido en el que el equipo del Santa Teresa plantó cara y ayudó a enseñar a los molinenses que es muy difícil ganar un partido si no se sale a pelear cada balón y a no dar tregua al rival. Quizá una lección a tiempo para no pagar posteriormente alguna otra factura como pasara en Elda hace ya mes y medio.