Un emotivo acto de consagración presidido por el obispo Juan Manuel Lorca marca el renacer de un símbolo patrimonial y espiritual del municipio
Después de más de diez años cerrada por graves problemas de humedades y filtraciones, la iglesia de San Antonio de Padua ha vuelto a abrir sus puertas en un acto inaugural histórico para el municipio. La ceremonia, presidida por el obispo Juan Manuel Lorca, contó con la presencia de numerosos fieles, autoridades locales y regionales, y vecinos que no quisieron perderse este esperado momento.
El templo, profundamente arraigado en la cultura del municipio, ha sido objeto de una minuciosa restauración que ha respetado su riqueza patrimonial y su esencia espiritual. Cada detalle ha sido cuidadosamente restaurado para devolverle el esplendor perdido, sin renunciar a una necesaria renovación que permite redescubrir su belleza con una mirada actual.
Con su reapertura, la iglesia de San Antonio de Padua no solo recupera su función como lugar de culto, sino que se proyecta como un punto de referencia para la vida cultural y social del municipio, un verdadero refugio de historia, arte y fe.