La candidata por el PSRM a la presidencia de la Comunidad, Begoña García Retegui, criticó la falta de apoyo del Gobierno de Valcárcel al pequeño comercio de la Región, pues, en su opinión, “no ha habido una política de trabajar con los comerciantes para un impulso verdadero al pequeño comercio regional, a los autónomos, lo que ha hecho que una gran parte del comercio tradicional, del pequeño comercio, esté en situación de verdadero riesgo y en muchos casos abandonando”.
Además, alertó de que esta situación “significa, no sólo el abandono de los centros urbanos de nuestros pueblos y ciudades, sino también el acabar con la forma de vida de muchas personas y de los valores del pequeño comercio como colectivo”.
Redefinir el papel de los centros comerciales
Begoña García considera que el comercio de la Región de Murcia necesita un nuevo impulso, y de la misma manera “que se redefina el papel que tienen que cumplir los centros comerciales, a los que se les han dado demasiadas alas en detrimento del pequeño comercio cercano y de proximidad”. “No solo hay que trabajar en los ámbitos de la diferenciación y de crear una imagen, una marca de calidad, sino que también hay que ayudar en eficiencia energética, procesos de contratación de personal, etc.”, añadió.
En su opinión, “hay que repensar nuevamente el comercio, sentarse con las asociaciones de comerciantes, y trabajar juntos con ellos para mejorar un tejido estable que da trabajo a muchísimas familias en la Región de Murcia, y que el Gobierno regional y algunos ayuntamientos como el de Mazarrón tanto han perjudicado”.
Y es que Begoña García Retegui realizó estas declaraciones en el municipio de Mazarrón, que visita hoy en el día número 38 de su campaña “45 municipios – 45 días para llegar a todos”, y donde ha podido comprobar “el despropósito del nuevo edificio del mercado de abastos”.
Se trata de un edificio ejecutado con dinero del Plan E, destinado en principio a un espacio para la música, la cultura y la juventud, y que se ha convertido en una plaza de abastos que ha resultado ser un auténtico fiasco para los placeros y para todos los habitantes de Mazarrón.