El fin de semana del Domingo de Ramos se celebraban algunos actos en nuestra Región que tenían al Mar Menor de fondo y a nuestros políticos al frente.
Uno de estos actos fue la conmemoración del Día Internacional de los Bosques con la plantación de flora autóctona en las inmediaciones de las Salinas de Marchamalo. En este acto intervinieron la alcaldesa de Cartagena, seguida del consejero Luengo que presentaba esta actividad como inicio del plan de reforestación de la cuenca vertiente al Mar Menor.
Pacto por el Mar Menor se sorprende de que se comunicara de esta manera informal nada menos que el Plan Hidrológico Forestal, que pretende minimizar escorrentías en la cuenca vertiente del Mar Menor, y que fue presentado por dicho consejero al secretario de Estado de Medio Ambiente del MITECO en agosto de 2020. Pacto por el Mar Menor solicitó este Plan a la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente por su contenido de máximo interés para el Mar Menor, tal como la recuperación de zonas forestales, la vegetación en ramblas y ramblizos; la reforestación de los márgenes de vías pecuarias; el fomento del cambio de uso de agrícola a forestal, la creación de humedales, etc. La evaluación de este plan, que debe ejecutarse en los próximos 15 años por un valor de 392 millones de euros, debía haberse iniciado en octubre del año pasado.
Sin embargo, siete meses después, y a pesar de que España firmó el Convenio de Aarhus en el que se otorga al público (particulares y asociaciones que los representan) el derecho de acceder a la información y participar en las decisiones adoptadas en materia de medio ambiente, no se nos ha hecho llegar el contenido del Plan Hidrológico Forestal que está relacionado con el objetivo principal de Pacto por el Mar Menor: actuaciones en origen, ya que entre otros, este Plan pretende hacer frente a la erosión y desertificación para evitar riesgo de inundaciones, arrastre de sedimentos contaminados y deterioro del suelo.
El otro acto fue la inauguración de un balneario en Los Urrutias con una foto de los políticos de turno en esta construcción sobre el fango y lodo. Una vez más, actuaciones como el dragado de las zonas someras y el relleno de playas –ambos con maquinaria pesada– que se están llevando a cabo en las poblaciones marmenorenses ignoran las recomendaciones de los documentos existentes sobre la protección y el mantenimiento de las playas en el Mar Menor, y las Buenas Prácticas Ambientales. Esta documentación está avalada no solo por Organismos internaciones sino paradójicamente por la propia Comunidad Autónoma.
Este balneario, además de los trabajos que se están realizando para la mal llamada "regeneración de playas" y los tanques de tormenta que se pretenden construir, desgraciadamente, no servirán de nada si no se actúa en los problemas que causan el deterioro del Mar como los sedimentos y agroquímicos procedentes de la agricultura intensiva de su entorno.