También ha hecho un llamamiento a administración y dueños de mascotas para evitar el lamentable aspecto que presentan zonas de la ciudad por el acumulamiento de orines de los animales
Pedro Sosa, concejal portavoz de Izquierda Unida Verdes en el ayuntamiento de Lorca, ha denunciado esta mañana las condiciones de insalubridad que presentan varios puntos de la zona del Cabezo del Calvario Viejo del Barrio San Cristóbal, donde se acumulan grandes cantidades de basura.
Sosa ha señalado que la irresponsabilidad y la falta de civismo por parte de algunos vecinos de la zona están convirtiendo el lugar en un foco de infecciones y de malos olores en un barrio que ha sido recientemente remodelado. Según el edil, esta situación, que es reiterada, no es achacable a los servicios de limpieza, sino a la falta de control municipal, concretamente de las concejalías de Seguridad Ciudadana, Sanidad y Urbanismo. La de Seguridad por la inadecuada vigilancia de la zona, la de Urbanismo por no obligar a los dueños al mantenimiento de sus solares y la de Sanidad por permitir estos focos de insalubridad. "No puede ser que se inviertan grandes cantidades de dinero en este barrio para que al final nos quede ésto" ha declarado el edil.
Sosa dice que no podemos estar reiteradamente retirando las toneladas de basura que arrojan estos incívicos, exponiendo a los trabajadores de LIMUSA a coger cualquier enfermedad, y que hay que pasar a tomar cartas en al asunto, revisando la basura en busca de pistas que den información sobre los responsables y una vez esclarecido, imponer sanciones y hacer pagar íntegramente la retirada de estos vertederos urbanos.
El edil de izquierdas también se ha referido al lamentable aspecto que presenta el mobiliario de las calles de la ciudad (farolas, carteles informativos, esquinas de edificios) en donde se acumulan los orines de los perros y ha hecho referencia a una reciente ordenanza del ayuntamiento de Mataró que multará con 700 euros a los vecinos que no diluyan con agua los orines de sus mascotas. Para Sosa, desde el ayuntamiento se han de facilitar cuantos espacios sean necesarios para que los canes hagan sus necesidades, pero donde no sea posible, los dueños han de implicarse en el mantenimiento y salubridad de la ciudad.