Lorca, 20 nov (EFE).- El ilustrado Antonio Robles Vives, el pintor Francisco Cayuela y el dibujante y artista plástico Emilio Felices pasan a engrosar hoy, los tres a título póstumo, la nómina de Hijos Predilectos de Lorca con la inscripción de sus nombres en una de las lápidas de honor que recuerdan la lista de ciudadanos ilustres en la sala de Cabildos del ayuntamiento.
El acto de descubrimiento de la lápida a la que se han añadido los nuevos hijos predilectos tendrá lugar esta tarde con la presencia de la corporación municipal en pleno y de algunos de los descendientes de Robles Vives, Cayuela y Felices.
El nombramiento más polémico y el más dilatado en el tiempo es el de Robles Vives (Lorca, 1732-1802) que fue delegado para las Reales Obras de los Pantanos y que murió hace 207 años en la tragedia del pantano de Puentes, de la que ciudadanos e historiadores lo responsabilizaron durante décadas.
El propio Robles Vives ordenó construir el pantano años antes y el embalse reventó el 30 de abril de 1802 provocando una avalancha que arrastró a más de 600 personas que murieron ahogadas.
Antonio Robles Vives fue cuñado del ministro Floridablanca, ministro togado del Consejo de Hacienda y comisionado en Lorca de las Reales Obras Públicas que le hicieron encargar la construcción del pantano 14 años antes de la tragedia.
Con su nombramiento como hijo predilecto, oficializado en 2008 pero materializado hoy, el consistorio quiere "dejar constancia de la repercusión histórica del personaje, restituyendo en justicia su buena memoria con el oportuno reconocimiento público" tras haber sido "infamado falsa e injustamente de la catástrofe en la que perdió la vida".
En la misma lápida de la Sala de Cabildos también figurarán hoy los nombres de Francisco Cayuela y a Emilio Felices, los dos maestros del bordado lorquino, con los que esta manifestación artística local propia de la Semana Santa alcanzó sus mayores cotas de perfección.
Cayuela y Felices fueron directores artísticos del Paso Azul y del Paso Blanco, respectivamente, y autores de las piezas con las que el bordado lorquino de Semana Santa alcanzó su particular "edad de oro" entre los últimos años del siglo XIX y los primeros del XX.
El pintor Francisco Cayuela (Lorca, 1874-1933) fue director de la Academia Municipal de Dibujo de Lorca y director artístico del Paso Azul, donde fue autor, entre otros, del mde la Virgen de los Dolores y de los estandartes "El Reflejo", "San Juan", "La Magdalena" y "El ángel velado", todos ellos Bien de Interés Cultural (BIC).
El delineante Emilio Felices (Lorca, 1879-1948), dedicó parte de su vida a coordinar los bordados del Paso Blanco y bajo su dirección se elaboró el manto de la Virgen de la Amargura, el de mayor superficie bordad del mundo, la "Capeta del negro" y "La oración en el huerto" o "Paño de las flores", también catalogados como BIC.
Este último patentó la técnica del "punto corto español" o "punto español Felices", mientras que la obra de Cayuela se distinguió por la técnica de la "veladura", el uso del puntillismo y la aplicación de la técnica pictórica del trampantojo al bordado textil.
El alcalde de Lorca, Francisco Jódar, ha subrayado que "el pueblo de Lorca tenía una deuda" con estos artistas "que marcaron la edad de oro del bordado lorquino y de cuyo ingenio y dirección artística salieron los bordados que hoy son BIC y que son las únicas obras de arte textiles que tienen esta catalogación en España".
Según Jódar, la ciudad de Lorca paga hoy "esa deuda" a Felices y Cayuela con el nombramiento de Hijos Predilectos, una de las mayores distinciones que otorga el municipio. EFE