Decía el sabio que el trovo es imaginación, rima, medida, soltura, obra, verso, mensaje y cultura sin olvidar lo de su característica más que definitoria de oportuna y repentina creación. Y al hilo de ese diagnóstico de la poesía más natural por mor de espontánea cabe quedarse con esa copla del legendario Joaquín Roca: "trovo es saber unir el verbo y la inspiración, saber pensar y sentir y en bello crisol fundir pensamiento y corazón. Los troveros populares, del verso en la concepción, son del arte luminares, son los líricos juglares de la repentización"
Los estudiosos y, por supuesto, amantes del trovo lo definen como un genuino arte de la improvisación que lleva a considerarlo una de las grandes joyas de la poesía popular merced a su calidad y orígenes que se pierden en la noche de los tiempos de la juglaría más castiza. Con esa tarjeta de presentación a modo de meritorio pedigrí, la Casa de la Cultura "Pedro Serna" de Las Torres de Cotillas acogerá este 28 de febrero, en el marco del ciclo de "Los Viernes Literarios" el merecido homenaje a un trovero de cuna y pedigrí, de raza diríamos, porque el arte de lo inmediato lo lleva en la sangre. Hablamos de la presentación de un libro que, bajo el título de "poesía encontrada", recoge en sus páginas de trovos palpitantes la más auténtica biografía de un vecino ejemplar y amigo de los de verdad para todos los que tenemos la suerte de tratarlo y valorarlo en su inmensa categoría humana: Manuel Reina, nacido en Ermita de Mesas (en la pedanía murciana de Cañada Hermosa) y torreño de adopción..
La puesta de largo de esa obra poética que edita la Asociación Literaria "Las Torres" dentro de su colección de autores torreños y murcianos en general "A orillas del Segura" servirá de ocasión privilegiada para imbuirnos del significado que Manuel Reina da al trovo en su más auténtica intencionalidad, la propia de la poesía, aquélla que hace de la interpretación a viva voz de la palabra la forma más indiscutible de expresión de sentimientos, la pulsión más verdadera del alma humana.
En "Poesía encontrada", Reina, autodidacta, hombre hecho a sí mismo en el discurrir de la vida, esposo, padre y abuelo, da al trovo, de gran arraigo en la geografía murciana, su identidad de algo conseguido, firme y establecido, demostrando el autor que cualquier momento es bueno para imbuirnos de su magia y creación sublime, talento, en una palabra. El trovo como cadencia tonada en celebraciones de amigos y familiares, fiestas patronales, madrigales de devoción a hermandades de fieles, peñas huertanas, grupos de teatro aficionado y demás colectivos que son el nervio de la sociedad en la que Manuel Reina se mueve y encaja por su noble carácter.
Con Reina, carismático integrante del más veterano combinado escénico amateur de España, el Tejuba, y miembro asimismo de primera hora de la Cofradía del Santísimo Cristo Crucificado y del conjunto etnográfico de folklore de nuestra tierra "Vergel de Murcia", trovar significa modelar con la más sublime de las formas la poesía popular improvisada. Una "poesía popular" que por el mero hecho de serlo no se aparta un ápice del respeto por las formas literarias establecidas. Como su carácter así es el rimero de creaciones de este hombre de recia bondad, espontáneas, amenas, distendidas. "Poesía encontrada" es el retrato inmortal de Manuel Reina, su ADN de trovero con alma está en las páginas de un libro que no debe faltar en los anaqueles de la literatura de raíz.
Gracias, Manolo, por mostrarnos la gran persona que eres en esta obra de notable trascendencia y mensaje.
Juan José Ruiz Moñino