Siempre que hemos oído aquella frase hecha de "dar calabazas" la hemos entendido como un sinónimo de contrariedad y nos ha dejado una sensación negativa. Pues a Ángel Sales Martínez, vecino de Las Torres de Cotillas, ese dicho popular le trae una sonrisa a la cara, sobre todo después de que su huerto le haya dado 50 kilos de calabazas reunidos en solo dos ejemplares. Y es que la sorpresa de Ángel fue mayúscula cuando día a día iba contemplando como aquellas dos calabazas iban incrementando su tamaño de forma espectacular. Y crecieron hasta pesar 25 kilos cada una. Ahí es nada. Ángel ha llegado a mimarlas tanto que les ha puesto incluso nombre. "Son mis 'Pepas'", dice. Y ahí las tiene, luciéndolas por todo el municipio y sacándolas a relucir en sus conversaciones cada vez que tiene ocasión. Y no es para menos.
Preguntado por si les aplicó algún tratamiento especial, Ángel asegura que no. "Solo mucho cariño. Incluso les ponía música y les hablaba para que crecieran con fuerza, pero el proceso ha sido totalmente ecológico. Simplemente hay que cavar un pozo hondo, llenarlo con basura y echarle pepitas de calabaza que puedan germinar. Las regaba con agua y han tardado en crecer unos tres o cuatro meses", explica.
Ángel Sales está orgulloso de su trabajo, dice que no está dispuesto a venderlas y que no se le ocurre mejor final que comérselas. "Haremos un guiso con ellas, algo como una olla gitana o algo por el estilo, y las disfrutaremos en familia", afirma este torreño.