El equipo de gobierno presentó la semana pasado unos presupuestos que a nuestro juicio son continuistas, electoralistas y con poca posibilidad de enmienda. Además, vuelven a situar al Municipio a las puertas de volver a aumentar los plazos de pago a proveedores. Mención especial requiere el subidón, de nuevo, de las cantidades a las que ascienden las privatizaciones que como cada año van en aumento.
Son presupuestos continuistas puesto que no hay un despegue de la inversión ni una apuesta por influir en el desarrollo industrial o comercial y económico del municipio. No hay proyecto de futuro cuando las partidas se repiten y repiten sin que haya nuevas apuestas del Ayuntamiento y/o en colaboración con el sector privado. Son tantas las partidas para asumir los gastos habituales que no contribuyen al despegue de Jumilla, no se apuesta ni por industria, ni por turismo, ni por comercio ni por ninguna área de desarrollo económico o para el empleo.
Son presupuestos electoralistas porque aumentan mucho las partidas de “promoción y difusión” y las partidas para actos y eventos. Además, las partidas de inversiones son de las que denominamos “genéricas” para que se hagan muchos “remiendicos” como decimos en Jumilla, pero muy pocos o ningún proyecto grande o ambicioso que requiera plan, licitación y que sea apreciable, sobre todo beneficioso para la ciudadanía. Veremos un sinfín de pequeñas obras hechas deprisa y con mucho asfalto en capas finas, lo típico de una campaña electoral. Confiamos en que los ciudadanos vean esas fotos de inauguraciones como lo que son, parte de la campaña, porque lo serio sería acometer cosas necesarias y cotidianas, pero también asumir proyectos importantes de desarrollo, de los que viene necesitando Jumilla desde hace décadas.
Son unos presupuestos más privatizados que los anteriores, en una espiral que el PSOE no solo no ha sido capaz de cortar de raíz, si no que al contrarío ha favorecido e impulsado este aumento del grado de privatizaciones de los servicios públicos. Otro fuerte aumento a la partida de privatización de jardines, a pesar de que no se gestiona bien el polideportivo municipal y el campo de césped; otra subida a los trabajos en alumbrados que se hacen por empresas privadas y más apuestas por derivar la gestión de la limpieza de edificios públicos a empresas grandes de fuera del ámbito local.
En consecuencia, se observa que cada vez hay más diferencia, en derechos y condiciones laborales, entre los funcionarios y los trabajadores de las contratas, sometidos estos últimos a cambios de horarios imprevistos, jornadas parciales y trabajos en fines de semana o a deshoras, sin una remuneración digna.
Hay que hacer una especial mención a los ingresos en esta ocasión. El equipo de gobierno miente en cuanto a la rebaja de impuestos. No baja el IBI ni ningún impuesto a pesar de que podría bajar la tasa de basura como hemos pedido y propuesto desde IU-Verdes (propuesta rechazada por el PSOE) y si recaudan menos es porque ya no llega el efecto de las revisiones de edificaciones. Los jumillanos pagaremos lo mismo por el IBI y si tenemos en cuenta el periodo 2015-2019, no habrá ninguna bajada, porque tampoco el equipo de gobierno del PSOE en el ayuntamiento actual ha solicitado, hasta el día de hoy, una revisión de los valores catastrales.
Hay también partidas infladas como la de ingresos por explotación de canteras, siendo el único año que no contamos con un informe técnico que justifique este aumento de la cantidad que dicen que se obtendrá, ya que no es creíble que en 2018 se ingresen 800.000 euros y en 2019 se tenga previsto ingresar 1.230.000 euros. Hay varias liquidaciones anteriores que han llevado a juicio las empresas y además al celador de canteras se le han dado cometidos adicionales y se hará por tanto menos revisión de estas explotaciones. Si todos los gastos o inversiones se llevaran a cabo y no se obtienen esos ingresos ficticios, el plazo de pago a los proveedores aumentará irremediablemente.
También se confía demasiado en los ingresos por instalaciones fotovoltaicas y todos los grupos municipales hemos sido testigos de las mil y una pillerías de las fotovoltaicas y las eólicas para no pagar a tiempo los impuestos e irse a juicio por cualquier detalle, puesto que si avalan la deuda pueden pagar cuando se pronuncie la justicia y eso se suele alargar durante muchos años. Este es otro motivo por el que los ingresos pueden fallar estrepitosamente y como consecuencia volver a los problemas de pago.
Son presupuestos con poca enmienda ya que parten de ingresos inflados y se han manejado las inversiones poniendo algunas que nadie va a eliminar, como el proyecto para el centro de interpretación del vino e inversiones como las genéricas. Se harán enmiendas como es nuestra obligación, pero desgraciadamente tendremos que ver cómo, con unas migajas que se concedan a algún concejal, este presupuesto será aprobado. De tener que contar con IU-Verdes cambiaría muchísimo más el carácter de este presupuesto, gastoso y poco participativo. Este tiene muy poco arreglo.
En lo que coincidimos con el equipo de gobierno es en la total y absoluta insuficiencia del dinero que nos concede la Comunidad Autónoma para servicios que deberían prestar ellos y/o que nos obligaron a asumir. De haber una dotación suficiente en servicios sociales el Ayuntamiento podría completarla y llegar a un nivel razonable en esta importantísima área que al estar infradotada se queda corta en muchas facetas. Otras como la policía local requieren que cada año el ayuntamiento ponga 300.000 euros para las patrullas de seguridad ciudadana. El POS tiene un retraso de 5.000.000 de euros desde 2008, deuda histórica, que podrían haber hecho que calles y servicios fueran dignos y no estuvieran deteriorados como están. El PP regional sin embargo si ha tirado muchos millones de euros en la desaladora y otras infraestructuras innecesarias.