Al inicio de la conferencia, Ángel Francisco se remontó millones de años en la historia para explicar la formación del término de Jumilla, su montes, sierras y montículos así como los minerales que emergieron por el magma volcánico que se va fundiendo debajo del continente, magma transformado en roca con una composición única, distinta a cualquier otra composición mundial. A través del choque de las placas tectónicas, se unieron pequeños continentes, el Ibérico y el de Alborán, empujados por la placa africana, quedando Jumilla y su relieve, dentro de ese movimiento tectónico y volcanes, como es el ejemplo de las Minas de la Celia y La Rosa.
Consecuencia del choque, empezaron a depositarse lodos de la erosión en el fondo del mar, fondo que se iba plegando emergiendo así las cordilleras cayendo de los picos que se levantan nuevos sedimentos que vuelven a levantarse y así sucesivamente, dando lugar a sierras y barrancos como El Morrón, Los Hermanillos, el Buenaire, la pedrera, en El Carche, La Sierra del Buey, y en los que se aprecian los materiales que los forman, en parte gracias a la erosión, dejando ver estratos de tierra nuevos y antiguos así como pliegues, consecuencia también de la formación de rocas y minerales que caracterizan esta zona, según explicaba el ponente.
Jumilla se encuentra en un valle en fase de relleno por el proceso de sedimentación que sigue creciendo y rellenándose de materiales nuevos. También podemos encontrar una falla importante en la Cañada del Judío.
Como nuestros montes son calcáreos, el agua de lluvia lo convierte en ácido carbónico y cuando se junta con el carbonato de cal, lo convierte en bicarbonato de cal, que cubre muchas de las rocas. Son rocas que caen de las montañas y a la vez cogen una capa de cimentación que los hace tosca.
En Jumilla hay miles de canteras, como las de sal La Rosa, proporcionando mucha riqueza y creando muchos puestos de trabajo. También hay arcillas de gran calidad debajo de Los Hermanillos y en la cañada del trigo en La Mina de los Escandeles.
Las minas de la Celia suministraban piedras preciosas como la Esparraguina, durando su explotación, unos 14 años en los que hicieron un tren tirado que llegaba a Agramón, albergando más de 20 clases de minerales distintos y proporcionando tierra fértil a la zona. Otros minerales y rocas que afloraban en el término son el Aragonito, Calcita, Jumillita, Apatito, Rosas del desierto, sal, Boetitas, dióxido de titanio, Oligisto micáceo, y un nuevo mineral descubierto hace poco.
En definitiva, Jumilla cuenta con caprichosos paisajes formados por choque de placas, levantándose y hundiéndose, formando montes, sierras y cerros, y una riqueza minera única gracias a sus diversos componentes.