• Educadoras sin cobrar.
• Falta de personal.
• Sin personal de sustitución.
• Calefacción en pleno invierno sin conectar.
• Sin material didáctico.
• Juguetes y demás material de clases sin renovar.

Éstas son algunas de las problemáticas con las que se encuentran las familias usuarias del centro de conciliación familiar y laboral de Fuente Álamo de Murcia.

Se comenzó el curso sin material didáctico y el material como juguetes y otros enseres que hay en el centro tienen unos 10 años; no se han ido renovando. Gracias a las educadoras los pequeños tienen materiales ya que ellas en casa han ido haciendo cosas y llevando a sus clases.

A los padres se les pidió 40€ por dicho material y en febrero, después de una reunión que pidieron con urgencia las familias al Ayuntamiento con el grupo que gestiona el centro, se les dijo que se les devolverían 20€. Actualmente, a más de la mitad de familias todavía no se les ha devuelto.

Este invierno, a causa de la Covid-19, en el centro estaban con las ventanas abiertas para ventilar, al igual que otros centros. La persona responsable del centro decidió no poner la calefacción (y de ponerla lo hacía solo una hora o dos) porque según ella no servía de nada tenerla. Después de varias quejas, se comunicó con los padres diciendo que la perdonaran que estaba en Canarias de vacaciones a 25º y que no sabía si en Murcia hacía calor o frío. Esta situación tuvo como consecuencia más resfriados, bronquiolitis y demás malestares en los niños de lo normal.

A raíz de la reunión, se ha descubierto más información como que las educadoras estaban percibiendo sólo un porcentaje de su sueldo. Y desde el mes marzo están sin cobrar. Y ahí están ellas, al pie del cañón, para que a estos niños de 0 a 3 años no les falte ninguna atención.

Atención que en las últimas semanas se está viendo deteriorada ya que de 7 clases que hay habilitadas, no están todas las educadoras por diferentes causas y no hay sustitutos para las que faltan, conllevando a la mezcla de niños de diferentes edades, y causando la saturación de las educadoras al no poder atender del mismo modo a esos niños. Están mezclados niños desde los 4 meses a 3 años y cada edad tiene unas necesidades diferentes. Todo ello sumando a la preocupación de que los mayores no dañen a los más pequeños.

También nos notificaron que la encargada del centro (ya no sabemos qué papel desempeña) es la persona encargada de dar de comer a los niños no está cualificada para ello y que incluso ha dado la comida sin calentar o ha dejado a niños sin comer sin habernos informado de la razón. Por este servicio se ha estado cobrando un dinero en mano a pesar de que cada niño llevaba su comida. El Ayuntamiento y los servicios sociales le han notificado que no puede ejercer ese servicio ni tocar a los niños, y esa persona sigue realizándolo.

Servicios sociales y personal del ayuntamiento ha ido en varias ocasiones para cerciorar las carencias y el malestar en el centro y se han levantado actas.

El grupo que gestiona el centro dice a las familias que la problemática es del Ayuntamiento que no quiere pagar, que ellos son transparentes y lo tienen todo en regla.

El Ayuntamiento dice a las familias que el grupo no cumple el contrato ni presenta la documentación requerida para que ellos puedan hacer ese pago.

¿Si no se cumple un contrato, por qué no se actúa con más agilidad y se da solución a una problemática donde los perjudicados son niños? 

¿Qué tiene de cierto o no cada parte?

Lo que piden las familias es que se agilice el cese de esta empresa para dar cabida a una que sea capaz de gestionar el centro de conciliación familiar y laboral como merece, pues es un servicio esencial para que estas familias puedan trabajar, que esas educadoras que están dando el 100% sean compensadas, y ante todo, se priorice lo más importante, el bienestar de los niños.

Familias del centro de conciliación familiar y laboral de Fuente Álamo.