La situación del Mar Menor es crítica como sabemos, y no es cuestión de "hacer leña del árbol caído", ni oportunismo de ningún tipo, buscando culpables en lugar de soluciones.

Las 21 medidas aprobadas recientemente son necesarias, pero a mi entender no serán suficientes para evitar enormes arrastres en caso de lluvias muy fuertes por gota fría o DANA, que por desgracia parece van a ser mucho más frecuentes que antes.

Si de verdad queremos proteger o más aún "blindar" la Laguna Salada, ante las lixiviaciones diarias y los fenómenos ocasionales de grandes avenidas, debemos ser capaces no sólo de intentar retener una parte del volumen de agua como se pretende con las 21 medidas, si no de desviar lo que no podamos recoger aguas arriba, y darle salida al Mediterráneo.

Esa última barrera infranqueable de protección para el Mar Menor y los pueblos costeros, sería un gran canal de recogida de los arrastres y lixiviados (línea negra en el mapa), y que además se podría convertir en un enorme humedal artificial, que filtrara los aportes diarios de nitratos, fosfatos, salmuera y otras sustancias que van a seguir llegando a la Laguna.

Abajo pongo un esquema sencillo de lo que podría ser el perfil de ese canal con humedales.