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El alquiler de las cajas de seguridad privadas crece un 15% de cara a las vacaciones de Navidad, según Grupo Inviam

Cada vez más personas optan por una caja de seguridad para proteger documentos, joyas y objetos de valor mientras sus viviendas quedan vacías durante las fiestas

El alquiler de cajas de seguridad ha aumentado un 15% durante el último trimestre, motivado en buena parte por la proximidad de las fiestas navideñas que habitualmente conlleva desplazamientos y ausencias prolongadas de los hogares. En un escenario que tradicionalmente eleva el riesgo de robos y otros incidentes domésticos, Grupo Inviam, empresa española pionera y líder en el alquiler de cajas de seguridad en cámaras acorazadas, recomienda reforzar las medidas de seguridad habituales para salvaguardar documentos, objetos de valor y bienes personales durante estas fechas.

No en vano, cada vez más personas confían en soluciones privadas para proteger sus bienes más valiosos mientras disfrutan de las celebraciones. Y el alquiler de cajas de seguridad se presenta como una alternativa eficaz y cómoda para resguardar cualquier bien de valor, ofreciendo tranquilidad y confianza frente a posibles robos o imprevistos cuando la vivienda queda desatendida durante estas fechas.

Desde Grupo Inviam sostienen que el perfil del cliente ha cambiado y ya no solo destacan los grandes patrimonios, sino que en la actualidad cada vez atienden a más familias y jóvenes que necesitan proteger desde discos duros y documentos sensibles hasta llaves o álbumes con recuerdos de toda una vida. Además, en un contexto marcado por nuevas fórmulas de vivienda y convivencia -como el alquiler compartido, el coliving o el intercambio temporal de casas-, disponer de una caja de seguridad se ha convertido en una solución práctica y fiable para quienes buscan un espacio seguro y privado donde guardar sus pertenencias más importantes, al margen de dónde vivan o con quién compartan hogar.

"Todo el mundo conoce algún caso de robos en viviendas mientras sus ocupantes se encontraban disfrutando de una cena de Navidad. Por eso, en estas fechas en las que los desplazamientos aumentan, disponer de una caja de seguridad en un espacio blindado y privado ha dejado de ser un lujo para convertirse en una herramienta básica de prevención. No se trata solo de proteger joyas o dinero, sino también documentos, recuerdos familiares o información sensible que, si desaparecen, no tienen sustituto", apunta David Sacristán, CEO de Grupo Inviam.

Lotería: la suerte no se deja al azar

Asimismo, durante estas fechas son muchos los clientes que confían sus décimos de la Lotería de Navidad o del Niño a una caja de seguridad. La ilusión que rodea a los sorteos del 22 de diciembre y del 6 de enero, respectivamente, convierte estas papeletas en objetos de gran valor, tanto económico como emocional. Sin embargo, un robo, un extravío o incluso un simple daño accidental, como puede ser una mancha de humedad, pueden transformar la esperanza en un problema jurídico y económico, por lo que resulta esencial encontrar un lugar seguro donde custodiar cada décimo hasta el momento del sorteo o, en el caso de que el número resulte ganador, hasta que su propietario decida ir a cobrar el premio.

De esta manera, las cámaras acorazadas de la compañía permiten custodiar desde boletos sueltos y participaciones hasta series completas o grandes lotes, tanto de particulares como de asociaciones y empresas que gestionan un volumen elevado de lotería. Tal y como indica Sacristán, se trata de una solución que une la máxima protección con la comodidad de un acceso flexible. "Nuestro servicio de alquiler de cajas de seguridad está resguardado con un sistema que combina un doble anillo de seguridad física con tecnología biométrica avanzada, garantizando que solo los propietarios puedan acceder a sus objetos de valor", explica.

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